Su llegada a Tandil se postergó por diversos compromisos contraídos en los Estados Unidos, pero finalmente llegó a su pueblo para lucir ese tan anhelado trofeo conseguido frente a Croacia, en Zagreb, con una épica actuación suya. "Me tocó pelear con dos lesiones en la muñeca y estuve por no jugar nunca más. Sin embargo este año vuelvo a casa por segunda vez para celebrar títulos, y ahora con una Copa Davis en las manos. Por eso me puedo ir a dormir tranquilo", sostuvo Del Potro.
Y respecto del último punto señaló: "fue muy lindo, cuando estaba a punto de perder con Cilic, y empecé a sentir el apoyo de todos los argentinos que estaban allí. Para mí fue muy especial porque había buena energía y eso me ayudó para empezar a revertir el partido", recordó. Además puntualizó: "si bien en Zagreb habría unos cinco mil argentinos, detrás de ellos estaba todo un país, todo Tandil, todo Azul por Federico Delbonis, todo Corrientes por Leonardo Mayer, todo Bahía Blanca por Guido Pella. Y creo que eso nosotros lo sentimos en cada momento. Terminé jugando uno de los mejores partidos de la historia. Traer esta Copa a la ciudad es espectacular, porque quedamos en la historia".
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