Turismo
Aunque no hizo frío (la temperatura rondó los 25 grados), los chaparrones que acompañaron a un día gris obligaron a cambiar las rutinas. Hoy, mañana y pasado vuelve el sol y sube el calor, para volver al mar.
Después de un fin de semana fantástico, el cielo se rebeló y decidió no sólo ocultar al sol, sino también desatar varios chaparrones que, en algunos sectores de la ciudad, fueron muy intensos.
El cielo encapotado y de color plomizo (tirando a negro) caracterizó una mañana calurosa y pesada que permitía presagiar algún aguacero. Y así fue, al menos en algunos sectores, con lluvias muy copiosas. Así, en la zona de Punta Mogotes y el Puerto, sobre el mediodía se desató un verdadero diluvio que se prolongó por espacio de una hora.
Sin embargo, más hacia la zona norte, el cielo aguantó un poco más y, aunque gris y amenazante, la lluvia recién apareció en horas de la tarde. En algunas zonas de la ciudad fueron sólo lloviznas y, en otras, chaparrones intensos. Pero, aún con 25 grados, el paisaje plomizo y hasta con neblinas (la visibilidad fue de 7 kilómetros) se adueñó de una jornada que le cruzó la franja roja de prohibición a la playa.
De esta manera, y aunque una buena cantidad de turistas resolvió esperar pacientes mirando el cielo por un indicio que les permitiera vaticinar un rato de la tarde sin chubascos.
"Llevemos sólo el mate y algo para cambiarnos y vayamos a la playa hasta que se largue", decían algunos tratando de convencer al resto del grupo, con tal de evitar el encierro que proponía el día.
Otros -la gran mayoría- optaron por no arriesgarse y planificaron tareas alternativas. "Venite hasta casa y jugamos a algo le propuso Marcelo a Pablo en medio de la indecisión que generaba el clima- total, para aburrirte en tu casa vení para acá, y nos aburrimos juntos". Paseos de compras, a localidades vecinas con Santa Clara o Mar Chiquita, al Parque Camet o la zona de los Acantilados, fueron el abanico de propuestas que fueron eligiendo los veraneantes, sorprendidos por un marco inesperado: "habían dicho que iba a estar lindo se quejó Martín- incluso que iba a estar un poco nublado, pero nunca avisaron que íbamos a tener un día tan inestable".
Para hoy se espera un marco diferente, con algo de nubosidad pero una máxima de 28 grados y el sol de nuevo como dueño del día, lo mismo que mañana y pasado, con dos jornadas soleadas y más de 30 grados pronosticados. Por lo que la playa ya sabe que volverá a colmarse de gente.
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