Pablo Albarracini permanece internado en la Clínica Bazterrica y su estado desmejoró en las últimas horas
Días después de que despertara del coma farmacológico, el testigo de Jehová que había firmado un documento en el que se negaba a aceptar transfusiones de sangre, empeoró y su estado es cada vez más delicado.
El hombre, Pablo Albarracini, de 32 años, permanece internado en la Clínica Bazterrica, recuperándose de las secuelas que le dejaron las seis balas que impactaron en su rostro, que le trajeron como consecuencia la pérdida de su ojo izquierdo y parte de masa encefálica.
Por tal razón, los médicos insistieron en que se hace imperiosa la transfusión de sangre, la cual permanece vedada por haber dado su negación años atrás a recibirla.
"El viernes venía recuperándose bien, pero tuvo unas úlceras sangrantes por lo que fue operado y le salvaron por segunda vez la vida. A raíz de eso, desmejoró muchísimo en cuanto a su estado general", aseguró el papá del joven, Jorge Albarracini.
"Con este nivel, sin transfusión, el daño sin la sangre y el oxígeno que necesita puede ser muy grande", sostuvo el padre.
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