La etimología del vocablo pandemia resulta revelador, al contextualizarlo alrededor de la violencia de género: "enfermedad de todos". Y no es nuevo, ya que la propia
Organización Mundial de la Salud (OMS) lo utilizó al presentar un informe donde destacó "la necesidad de que todos los sectores se comprometan a eliminar la tolerancia de la violencia contra las mujeres y en dar apoyo a las víctimas que la experimentan".
En ese trabajo, la OMS recopiló datos duros sobre la problemática y sus derivaciones, con eje en las muertes y lesiones, depresión, alcoholismo, infecciones sexuales y embarazos no deseados. Pero, además, aseguró en un pronóstico tan real como aterrador que 35 de cada 100 mujeres "experimentarán violencia de su pareja o fuera de ella en algún momento de sus vidas".
Fabiana Túñez, coordinadora de la organización
La Casa del Encuentro, que desde 2008 elabora estudios sobre femicidios en Argentina, sostuvo a Diario Popular que "el concepto de pandemia, vinculado a la violencia de género, es expresado en el marco de un problema que es de toda la sociedad, y de todos es también la responsabilidad de involucrarse para encontrar soluciones".
"Los derechos se ampliaron en los últimos años, se visibilizó la problemática y tenemos herramientas legales. Pero debemos seguir reclamando por políticas públicas integrales, con un plan nacional acorde a la ley contra las violencias, y en todo esto es clave que los partidos políticos sumen este tema a sus agendas de campaña. Hace falta un
Ministerio de la Mujer, una Secretaría de Estado o al menos un organismo donde estén nucleados todos los abordajes, de ayuda a las víctimas, las acciones preventivas y la concientización para erradicar este drama", explicó Túñez.
Liliana Hendel, coordinadora de la red Internacional de Periodistas con Visión de Género en Argentina (RIPVGA), expresó en ese marco que "se habla de pandemia a raíz de todo lo que ocurre cuando se analiza a las violencias que padecen las mujeres, y observamos que en los últimos años las mujeres lograron mayor conciencia, protestan por sus derechos, ocupan nuevos espacios en la sociedad, y de ese modo el paradigma machista, patriarcal, se resiente, se resquebraja, por lo que hoy transitamos un tiempo de reacción, una resistencia del sistema que se niega a perder privilegios, y que siempre emerge de manera violenta".
"La resistencia de la que hablamos intenta disciplinar -sostuvo Hendel-. Como si ante cada hecho de femicidio nos dijeran a todas: 'no te hagas la viva, porque vos decís que no, y te podemos hacer cadáver cuando querramos'. Y luego de trabajar muchos años, junto al Estado y organizaciones civiles, para visibilizar esta problemática, ahora el foco lo tenemos que poner en la Justicia, que mira para otro lado, que no protege a la víctimas y que perpetua las desigualdades y la impunidad".
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"Se puede y debe hacer mucho más"
En el estudio global sobre Violencia contra la Mujer, la experta
Margaret Chan, directora general de la
Organización Mundial de la Salud, expresó sobre la cifra de un 35% de mujeres victimizadas que "se trata de un hallazgo que envía un mensaje poderoso: que la violencia de género es un problema de salud mundial de proporciones semejantes a una pandemia".
"Estas formas de violencia, además de los homicidios, pueden dar lugar a problemas de salud física, mental, sexual y reproductiva y otros problemas de salud, y aumentar la vulnerabilidad al
VIH", se expresa en el trabajo.
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