Contra la camiseta azul y amarilla será en un par de domingos, pero antes el equipo de Gallardo debe pararse enfrente de Palermo, Schiavi, Abbondanzieri y los Barros Schelotto. Si eso no es un clásico, no es nada.

Martín Palermo, el Flaco Schiavi y el Pato Abbondanzieri ahora están en Arsenal; los mismo que los Barros Schelotto que andan por Lanús. Pero no hay manera de sacarle a estos nombres pesados los colores azul y amarillo de la piel y para ellos River sigue siendo el clásico de sus vidas.

Por eso en la previa al superclásico versión temporada 2014-15 que el equipo de Marcelo Gallardo deba enfrentar a Arsenal mañana y a Lanús el domingo, no hace más que calentar los motores

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para el partido de la fecha 10 que como siempre será histórico.

Marcelo Gallardo es probable que no mire esas cosas y que ande enfocado en cómo hacer que Ponzio no haga extrañar a Kranevitter, pero en el fondo sabe que la lucha será especial y que le da un tono especial y distintivo, cruzarse con esos ídolos de Boca participes y adversarios de una década histórica que incluyó alegrías feroces y amarguras atroces y mucha tela para cortar.

Así, a una decena de días para que el Monumental se abra de par en par para un nuevo partido inolvidable, la Máquina de Gallardo tendrá que superar los obstáculos que tienen la cara de mucha gloria boquense y que tienen más ganas de ganarle que cualquier hincha de Boca.

Mañana ante Arsenal el equipo del Muñeco tendrá que recuperar la fecha suspendida por lluvia

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contra los de Palermo, el Flaco Schiavi y el Pato Abbondanzieri. Los tres jugaron ante River decenas de partidos y contra Gallardo también, hasta hay un recuerdo implacable de aquel cruce por la Libertadores del 2005, con peleas incluidas que ya quedaron en el pasado. Gallardo ya dijo que no pasa nada que se encontraron varias veces y que hasta se van a saludar. El domingo de la lluvia no se vieron, pero hubo una pica porque Arsenal quería jugar y River no. Hubo folklore en esos pasillos del Viaducto hasta el momento de la suspensión.

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Luego el domingo salta a Lanús donde está el Mellizo Guillermo y su hermano. "Guille" sacó de las casillas a Hernán Díaz en el superclásico de vuelta de aquella Copa Libertadores y tiene un par de clásicos tremendos en su haber como para que en Boca lo amen y en River lo sufran. Esas veces, el Muñeco, lo tuvo enfrente, como ahora pero desde el banco. Otra parada con tono a superclásico y encima está Lanús que anda de escolta, en levantada y queriendo ser el que le ponga fin a esta racha de la Banda.

Todo para llegar al River-Boca del 5 de octubre, con otro histórico en el banco xeneize, el Vasco Arruabarrena, cargado de títulos y glorias en la Ribera. Amigo de Gallardo, con quien compartió el curso de DT y hasta con quien habló mucho por el tema Nacional de Montevideo club al que ambos dirigieron, el Vasco se suma a la lista de los que quiere sacar a River de los primeros planos. Por todo esto, es que no es complicado deducir que el Superclásico ya se empieza a jugar en otras canchas.

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