Se llama oximetría de pulso y sirve para diagnosticar a tiempo a los alrededor de 7 mil bebés que nacen en Argentina con malformaciones de corazón, la segunda mayor causa de muerte en el primer año de vida.
Miles de argentinos siguen a la espera de que se incorpore por ley un estudio para detectar cardiopatías congénitas en los recién nacidos, algo que permitiría que tengan atención médica a tiempo los alrededor de 7 mil bebés por año que padecen este tipo de patología en nuestro país y también contribuiría a reducir la mortalidad infantil.

Según datos del Ministerio de Salud de la Nación, 1 de cada 10 bebés nacen con malformaciones en el corazón: la mitad de ellos requiere una cirugía en el primer año de vida, mientras que dos terceras partes son solucionables si hay un diagnóstico a tiempo y tratamiento oportuno.

El estudio al que apunta la iniciativa se llama oximetría de pulso, debe hacerse una vez pasadas las primeras 24 horas de vida y ya hace un año obtuvo media sanción en el Congreso un proyecto que apunta a sumarlo en el Artículo 1ro. de la Ley 26.279, aunque todavía faltan detalles para su implementación.

Es que, si bien fue aceptado hace cuatro meses en la Comisión de Salud, el expediente continúa desde ese entonces sin ser tratado por la de Presupuesto y Hacienda, por lo que las familias temen que la iniciativa pierda Estado Parlamentario y vuelva a foja cero.

"Nos falta que lo acepte esa comisión y, si no hay más correcciones, que se vote en Diputados. Estamos dando vueltas hace dos años y el tiempo que se pierde, es vida que se pierde", expresó Aline Lonardi, una de las principales impulsoras de la iniciativa, en diálogo con DIARIO POPULAR.

La importancia de realizar ese estudio en el segundo día de vida de un bebé, antes del alta hospitalaria, es significativa: podría detectar tempranamente algún tipo de cardiopatía congénita y salvar muchas vidas, ya que esta es la segunda mayor causa de muertes en menores de un año.

Al respecto, Lonardi sentenció: "Lo ideal es que haya diagnóstico prenatal, pero si no lo hubiera, que ocurre en muchos casos, con la oximetría de pulso se evita llegar tarde con el diagnóstico. Esto es fundamental para que después se haga un seguimiento, con estudios y, si es necesario, una operación".

El estudio sirve para determinar la cantidad de oxígeno en sangre y frecuencia cardíaca del bebé, permitiendo la detección de malformaciones en el corazón presentes desde el nacimiento por el desarrollo anormal durante la gestación.

En ese sentido, la impulsora del proyecto, explicó que la prueba "no duele, se coloca al bebé cómodo en su camita durante 5 o 10 minutos y se usa una pincita que casi no se siente".

"Si da por debajo de los niveles normales, que se ubican alrededor del 95%, se vuelve a probar y finalmente se le hacen más estudios, como ecocardiogramas o placas radiográficas, para determinar si tiene cardiopatías o problemas pulmonares", relató.

Las cardiopatías congénitas graves representan el 26% de las muertes de bebés debidas a defectos de nacimiento, mientras que representan del 17 al 31% de todos los defectos cardíacos de recién nacidos.

En tanto, trascendió que cerca del 20% de los niños que nacen con malformaciones y deben ser intervenidos quirúrgicamente, no llegan a tener la posibilidad de operarse. Si se aprobara el proyecto que se encuentra trabado en el Congreso, presentado por la diputada nacional María del Carmen Bianchi (FpV), los sistemas público, privado y mixto de salud estarían obligados a realizar la oximetría de pulso de forma gratuita, junto con el resto de la pesquisa neonatal.

La iniciativa exige también que el estudio esté contemplado en obras sociales y prepagas, así como la difusión por parte del Gobierno de una campaña de prevención.

Aquellos que estén interesados en colaborar con este reclamo, a favor de la salud de los recién nacidos, pueden firmar la petición de Aline ingresando al sitio web www.change.org/oximetria o sumarse a la página de Facebook "Apoyo ley Cardio".

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