El autódromo estaba con clausura y se corrió igual

Del entramado quedó confirmado que el autódromo estaba "clausurado", dijo Pierre Chapar, director general de la Agencia Gubernamental de Control del gobierno de la ciudad de Buenos Aires, lo que significó que la carrera se llevó a cabo con el escenario inhabilitado, con la gravedad que esto implicó, ni imaginar que hubiera ocurrido algo en el sector del público...

Sostuvo el funcionario que "el permiso" para el uso del lugar para el evento (30 días antes), lo hizo "el concesionario". No coincidió Carlos Soriano (gerente de la firma concesionaria), sostuvo que ese trámite lo efectuó Auto-Sports, empresa propietaria del Super TC2000.

Ayer, el concesionario emitió un comunicado, remarcó que no fueron organizadores de la carrera y que no eran responsables del espectáculo.

Chapar afirmó además que "el organizador cometió la imprevisión de no comunicar la inhabilitación, cuando lo sabían de antemano, debieron avisar para que no se concurriera al autódromo, ¿por qué se abrieron las puertas? Ese fue un problema de ellos que habrá que investigar".

Fue concluyente el funcionario al decir que en el autódromo 'no se hizo nada, no había matafuegos, cables sin aislar incluso pegados a garrafas de gas; el estado de mantenimiento es malo, el mantenimiento no se nota'.

El comunicado del concesionario denunció a la Agencia Gubernamental de Control de la ciudad "por la persecución" que lleva adelante para "hacer caducar de manera ilegítima la concesión".

La notificación de la negación de la autorización para los 200 Kms fue efectuada días antes a la concesionaria, de acuerdo al funcionario de la ciudad, fue así que cuando se supo que se efectuaba, "el sábado hicimos un acta de constatación" al escenario clausurado, y ahí se dio intervención a la fiscal que ordenó colocar las fajas.