“Los grandes técnicos transmiten lo que saben;
lo primero que traté de enseñarle fue a pegar y a no dejarse pegar”, definió el tío del campeón mundial de los medianos (CMB), acaso uno de los atributos que mejor lo presentan e invitan a comparaciones con otros genios del box como
Nicolino Locche.Paniagua fue también el responsable del apodo que hoy brilla bajo las luces del éxito. Así lo contó en una entrevista con
A24: “Íbamos a un festival en Bernal, donde él (Martínez) iba a ser protagonista, y José Luis Marón fue contratado para que lo presentara. Y entonces me dicen ‘¿qué le ponemos, cómo lo presentamos?’.
‘Y ponele Maravilla, dije. Él es maravilla’. Y quedó así”.El tío de Maravilla aseguró que “lo miraba cuando era chico y sabía que iba a llegar”, no sólo por el talento sino por la dedicación de Sergio. “Entrena todos los días con alegría”, acotó, y juró por sus hijos que siempre supo que tenía un lugar reservado entre las leyendas del boxeo.
“El papá me dijo una vez ‘Rubén, hasta Las Vegas no paramos’. ‘Eh, pará, tranquilo’, le dije yo. Pero así era. Al mes que empezó se subió a pelear al ring, es imposible eso. A los 5 o 6 meses los rivales pensaban que era un veterano”, relató.
Paniagua, ex boxeador, también contó que a Martínez le enseñó “a comer para que pudiera hacer diez rounds”, y reveló que “come espárragos todos los días, por las propiedades que tiene”. “El primer año conmigo hizo 21 peleas”, precisó. Una cifra imponente.
En cuanto a
la pelea con Julio César Chávez Jr, graficó que hubo “una diferencia de velocidad tanto física como mental” considerables entre ambos protagonistas, y comentó: “Cuando él se mueve así (haciendo un movimiento de balanceo), olvidate, viene la andanada de golpes”. Así fue y, si no,
pregúntenle al ex campeón mexicano…