La producción de la cerveza artesanal viene creciendo desde hace varios años en nuestro país. El año pasado, creció entre un 40% y un 50%, siendo Argentina el país que más produjo en la región. “Argentina se destacó muy fuerte en Sudamérica”, dice Martín Boan, productor cervecero y creador de Bierlife. A modo de comparación, en Chile creció un 15%, mientras que en Brasil, un 30%.
Esto se debe al desarrollo de muchas cervecerías artesanales que producen variedades para todos los gustos: hay cervezas más suaves, más fuertes, de trigo, de cebada, livianas, opacas, cremosas, más densas, más livianas. Existe un mundo por descubrir y los bares de cervezas artesanales reciben cada vez más visitantes interesados en probar nuevas variedades y combinarlas con distintos platos. “El consumo de cerveza industrial bajó por el tema de la crisis del país. Por ahí, la clase más humilde que el viernes o el sábado se va a la esquina, en vez de tomarse seis botellas, se tomó cuatro porque el bolsillo está un poco más apretado. Eso en la industria. En lo que es artesanal, va a seguir creciendo siempre y cuando el sector haga muy buena calidad. Eso es fundamental. El consumidor no es tonto”, dice Boan.
La cerveza artesanal está estrechamente vinculada al encuentro en los bares. Se abren cada vez más pubs temáticos que ofrecen muchísima variedad en sabores, intensidades y colores de esta bebida espumosa. “El consumidor quiere nuevos estilos de cerveza, está ávido de probar nuevas cosas. En lo que es la cerveza importada, el consumo venía muy relegado. Ahora empezó a haber un poco más. Las cervezas industriales no tenían ninguna cerveza con que batallar. Hoy, las grandes marcas están batallando con líneas alternativas”.
El contexto social también cambió. Antes, ir a tomar una cerveza era una excusa para un encuentro con amigos. Hoy, la excusa es el encuentro con amigos para ir a catar cervezas. “La gente se ha volcado mucho a los bares a beber cerveza. El aumento de la cerveza artesanal, principalmente se volcó en los bares. Además, hay una forma de pensar de: ‘Salgo de trabajar, me tomo una cervecita y me vuelvo a casa’, como es en Inglaterra. Está bastante instalado eso, por ahí no todos los días, pero una o dos veces por semana seguro. Y también está el ‘bueno, no me pude ir a la costa, no me voy a privar de una cerveza en un bar’. Y desde la industria estamos haciendo muchas acciones para promover el consumo. Nosotros ahora en unos días tenemos la Copa Libertadores de Cerveza que justamente lo que hace es dar más difusión”, explica el productor y sommelier de cervezas.
En Bierlife, restó cervecero de San Telmo, se pueden descubrir maridajes, cervezas artesanales nacionales e importadas, 40 canillas de cerveza tirada y tapeos elaborados con cerveza o con materias primas cerveceras, como malta caramelo, malta Munich, o malta chocolate -que se consiguen en lugares especializados-. Es un lugar único porque todos sus platos llevan cerveza en su composición. Incluso los postres (ver recetas de Birramisú y Birrownie).
Así como un chorrito de vino blanco o tinto puede ensalzar el sabor de un plato, la presencia de una cerveza más o menos intensa en una receta tiene también sus efectos. Para saber qué cerveza o malta quedará mejor en un plato u otro, Martín nos da algunas pautas de selección: “La cerveza de trigo se caracteriza por ser liviana, por su frescura y sus notas cítricas. Combina muy bien con ensaladas -más si tienen naranja o jugo de limón- o con entradas con quesos livianos, como puede ser la mozzarella. Las cervezas de alta graduación alcohólica, de alta densidad, como una Imperial Stout o una Barley Wine, van muy bien con los postres intensos, con mucho chocolate. En estos, la bebida tiene que barrer la intensidad del postre. Y las cervezas bien rojas y bien maltosas, como la Scottish o una Red Ale, combinan muy bien con platos con cerdos. Pero los platos de caza, que son carnes más fuertes, van mejor con cervezas más intensas. Las carnes asadas o rostizadas van muy bien con una Imperial Stout”.
Sólo es cuestión de probar y de elegir la combinación que más nos guste.