En lo que algunos consideran una “interna” dentro de la escudería alemana, Bottas aprovechó la circunstancia de una penalización de diez segundos a su compañero Lewis Hamilton, cómo líder del campeonato con 205 puntos, superó al neerlandés Max Verstappen y mantuvo el primer lugar en las últimas 37 vueltas del total de 53.
La sanción a Hamilton
Hamilton lideró la competencia desde el inicio, pero en el desarrollo de la octava vuelta fue penalizado con una doble sanción de 5 segundos, debido a que antes del inicio de la carrera había realizados dos prácticas de largada en zonas vedadas, razón más que suficiente para que los comisarios tomaran la determinación.
Hasta entonces, el inglés estaba siendo secundado por Verstappen, que de inmediato fue superado por Bottas. El piloto de Finlandia tuvo que esperar hasta la vuelta 16, cuando su coequiper ingresó a boxes para un cambio de neumáticos y, además, cumplir con la sanción.
A partir de entonces, todo fue para Bottas, que finalmente se impuso con una ventaja de 7,824 segundos sobre Verstappen.
La diferencia de 18,354 segundos fue superior al tiempo de sanción a Hamilton, que de todos modos con su tercer puesto no sólo ingresó al podio sino que sumó puntos para seguir liderando el campeonato.
Hasta el momento, el inglés cuenta con 205 puntos, seguido a 44 de diferencia por Bottas, en un año dominado por Mercedes, que se alzó con 361 puntos entre los constructores, casi el doble de los 192 que cosechó Red Bull, lejano segundo en la contienda.
Y precisamente, la escudería alemana tendrá dentro de dos semanas la posibilidad de reafirmar su hegemonía de local, cuando el 10 de octubre se dispute el Gran Premio de Eifel, en el legendario circuito de Nürburgring.
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