El Xeneize pagará la clausula de rescisión de 3.5 millones de euros que vincula al mediocampista de 30 años con la Roma para concretar el ansiado retorno.
El mediocampista Leandro Paredes aceptó la propuesta contractual de Boca Juniors y se convertirá en nuevo jugador del club de la Ribera. El mediocampista de 30 años autorizó al Consejo de Fútbol a ejecutar la cláusula de rescisión con la Roma, que asciende a 3.5 millones de euros.
El acuerdo económico fue aprobado por el futbolista, quien mantiene contacto regular con el presidente Juan Román Riquelme. Boca igualó el salario que percibe actualmente en el conjunto italiano y mejoró los montos ofrecidos en negociaciones anteriores.
El contrato será firmado hasta diciembre de 2028, una vez que se complete el pago estipulado y los equipos legales del club y del jugador cierren la operación.
Paredes se incorporará a la pretemporada del plantel profesional, con vistas al inicio del segundo semestre, cuyo primer compromiso será el 17 de julio frente a Argentinos Juniors. El regreso se produce 11 años y medio después de su salida. El futbolista surgido en las divisiones inferiores de Boca debutó en 2010 y marcó cinco goles en 31 partidos antes de emigrar al fútbol europeo.
Desde entonces, jugó en Chievo Verona, Roma, Empoli, Zenit, Paris Saint-Germain y Juventus. Además, desde hace años es convocado a la Selección Argentina, conjunto con el que ganó el Mundial Qatar 2022, las dos últimas ediciones de la Copa América y la Finalissima.
“Siempre estoy cerca de Boca. Las ganas están, pero no depende de una sola decisión… no sé si es el momento, vamos a ver”, manifestó Paredes su opinión sobre su probable regreso a Boca en este mercado de pases tras el empate de Argentina ante Colombia por 1 a 1.
El presidente Riquelme se había referido a las negociaciones; “Hablamos seguido. Tengo la suerte de tener una relación con él desde siempre. La realidad es que de mi parte tenemos mucha ilusión, tenemos ganas de contar con él y lo sabe y que las puertas del club siempre van a estar abiertas”.
El defensor Marcos Rojo se encuentra próximo a finalizar su vínculo con Boca tras un ciclo marcado por la irregularidad, las lesiones y varios episodios de indisciplina.
Su salida, que se perfila como inminente, se da en medio de un desgaste evidente en su relación con la dirigencia, el cuerpo técnico y parte del plantel, ya que no estuvo presente en los partidos del Mundial de Clubes y se negó a seguir entrenándose.
El defensor llegó en 2021 luego de un largo período de inactividad y, a pesar de asumir rápidamente un rol de liderazgo, su paso por el club se vio condicionado por constantes problemas físicos.
En 2022 protagonizó un hecho polémico al participar de un partido informal con juveniles en un contexto no autorizado, lo que derivó en cuestionamientos internos. Ese mismo año, dedicó un gol a Carlos Izquierdoz, poco después de que éste dejara la institución en medio de tensiones con el Consejo de Fútbol.
En 2023, su expulsión en la semifinal ante Palmeiras lo dejó fuera de la final de la Copa Libertadores. Durante 2024, bajo el mando de Fernando Gago, intentó recuperar ritmo, aunque sin continuidad sostenida.
El punto de quiebre se produjo en 2025, cuando Rojo se ausentó de una práctica argumentando fiebre sin evaluación médica, hecho que derivó en su exclusión del partido decisivo frente a Independiente.
Desde entonces, su participación fue nula, incluso durante el Mundial de Clubes, donde no sumó minutos pese a las lesiones de otros defensores.
Actualmente, el jugador permanece en Miami y no regresará a los entrenamientos, lo que allana el camino hacia la rescisión de su contrato.