Las ventas en supermercados cayeron 2,1% en julio y también bajaron los mayoristas, reflejando cambios en los hábitos de compra y el bolsillo de los argentinos.
En julio de 2025, las ventas en supermercados argentinos registraron una caída de 2,1% respecto al mes anterior, según informó este martes el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec). Los autoservicios mayoristas también sufrieron una baja, de 0,8% en el mismo periodo.
Aunque los números pueden parecer contradictorios con la suba de precios, hay una explicación: los argentinos compran menos cantidad de productos o buscan alternativas más económicas. Esto significa que aunque los precios suben, no siempre se traduce en mayores ingresos para los comercios.
Si se observa el índice de ventas a precios constantes, es decir, ajustados por inflación, julio mostró un aumento de 1% respecto al mismo mes de 2024. En el acumulado de enero a julio, la suba llega a 3,5% interanual. Esto indica que, pese a la caída mensual, las ventas totales todavía están un poco por encima del año pasado.
Los rubros cuyos precios más aumentaron fueron carnes (60,9%), alimentos preparados y rotisería (45,2%), indumentaria y calzado para el hogar (43,7%) y otros artículos varios (44,6%). Esto refleja que los consumidores enfrentan precios cada vez más altos en productos esenciales y no esenciales.
En el caso de los autoservicios mayoristas, las ventas cayeron 6,3% en julio respecto a 2024, y el acumulado del año muestra una baja de 6,5%. Entre los productos con mayor alza de precios se encuentran carnes (58,3%), indumentaria (39%), panadería (25,7%) y artículos de almacén (24,1%).
En resumen, los supermercados y mayoristas venden menos, aunque los precios suben, lo que indica un consumo más cauteloso y un impacto directo en los hábitos de compra de los argentinos. La inflación existe, pero no garantiza más ventas.
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