A fines del año pasado, el caso de Harvey Weinstein destapó todas las miserias que se escondían debajo de la alfombra roja. El productor de éxitos como la trilogía de El Señor de los Anillos (The Lord of the Rings) y Tiempos Violentos (Pulp Fiction, 1994) fue acusado por más de 80 actrices de haber tenido conductas inapropiadas y manejarse como un depredador sexual.
Hace algunas semanas, Weinstein presentó una moción para evitar ser acusado por tráfico sexual por un hecho que tuvo lugar en un hotel de Cannes en 2014. Según la denuncia de la actriz Kadian Noble, el magnate la atacó sexualmente cuando la invitó subir a su cuarto para ofrecerle un papel en una de sus películas.
Pese a las pruebas presentadas, el productor considera que admitir que hubo tráfico sexual en este caso sería como establecer que el mismo existe en "toda actividad sexual que ocurra entre dos adultos en la que una de las partes mantiene una posición superior de poder e influencia". Lejos de tener esta perspectiva, un juez de la Corte Federal de Manhattan rechazó la petición.
Esta sería la primera vez que "se busca aplicar la Ley de Protección de Víctimas de Tráfico de EEUU a un caso de estas características", apunta la sentencia judicial. Para el juez Robert Sweet, la posterior falta de interés en la carrera de Noble fue un factor de peso en su decisión, y apuntó que la denunciante argumenta la "actitud consciente y la intención fraudulenta" de quien fuera uno de los capos de Hollywood.