Agustín Sullivan es uno de los actores protagonistas de la exitosa miniserie Sandro de América, que desde el lunes pasado emite Telefe. Muy feliz con el reto de representar al ídolo en sus comienzos, Agustín, 28 años, siente que este papel fue un antes y un después en su carrera actoral. “Estoy viviendo un sueño”, le dijo a POPULAR.
En un mano a mano, el joven relató cómo se preparó para este difícil reto en el que no debía imitar a Sandro sino hacer de él, cómo cambio su vida a raíz de este trabajo y el mensaje que quiere dejar la serie al público del Gitano.
—¿Cómo fue encarnar a uno de los máximos ídolos argentinos?
—Fue muy divertido y muy emocionante, y lo hice con un respeto y una responsabilidad muy grande. Es una primera etapa pero yo considero que son dos: cuando Sandro iba al colegio y cuando veía (en claro) su objetivo y todo lo que él quería hacer para poder alcanzarlo. Y una vez que eso ocurrió, todo lo que le fue pasando mientras seguía escalando.
—¿Cómo fue prepararse para el casting de un personaje de la talla de Sandro?
—Cuando me enteré de que iban a hacer el proyecto e iban a hacer un casting abierto buscando el actor de Sandro joven, envié mi material por todos lados. Ahí empecé a ver todos los videos y a leer todo sobre su vida. Cuando fui al primer casting ya tenía todo sabido, de puro nerd que soy, porque todavía no me habían dado nada para estudiar. Después, Juan Parodi y Adrián Caetano me acompañaron bastante en todo lo que es armar un personaje de ficción basado a alguien que existe de verdad, porque fue un requerimiento que ninguno de los tres lo imitáramos, y eso fue lo más difícil de todo. Como actor es un desafío y estoy viviendo un sueño con Sandro de América.
—¿Qué pasó a ser Sandro en tu vida?
—Evidentemente hay una antes y un después de Sandro. El mensaje que él dejo con su vida es un empujón para mí en el sentido que, cuando uno quiere mucho algo se tiene que esforzar y lo puede lograr. No es un imposible. De hecho, él lo logro y yo gracias a Dios conseguí mi trabajo como actor en una serie de Telefe. Yo creo entonces que ese mensaje está bueno para todo el mundo que dice “esto es un imposible”. No existen los imposibles porque uno es el creador de su propia realidad. Entonces, si tenés 40 años y te gusta ser médico y nunca lo hiciste, anotate en la UBA, empezá a estudiar y a disfrutar eso. El mensaje que me deja a mí Sandro es ese y ojalá se transmita a la gente que mira la serie.
—Si estuvieses con Sandro y te hubiese tocado realizar esto, ¿qué le dirías?
—De todo. Desde el primer día que empecé a ver su material, decía ´lo quiero tener acá en persona´ para preguntarle millones de cosas, cosas personales de su vida, de todo. Pero él esta acá, de todas formas, presente. De otra manera pero está.