Espectáculos
La renovación de las mañanas de Telefé, acompañada por una fuerte
competencia con otros canales, hace que la famosa dupla de Telefé deba
aggiornarse para seguir conquistando a la audiencia
Con nuevo horario, de 9 a 10.30, Verónica Lozano y Leo Montero, al frente de la décima temporada
de AM Antes del mediodía, inauguraron desde el pasado lunes la renovada mañana de Telefé. El desafío, esta vez, parece ser recuperar el otrora brillo del programa y, en franca competencia con una sucesión de cambios y flamantes propuestas mañaneras, ratificar, más que nunca, una dupla que hace unos meses casi se disuelve. Como conductores, Vero y Leo, supieron imponer su descontracturada impronta y sobresalir con su frescura. Aunque, ante todo, aseguran, en ellos prevalece la amistad. "Fue una idea del canal de adelantar el horario. Quedan unos 20 minutos menos de artística", certifica la ex modelo y psicóloga mientras se entusiasma con lo que ahora ofrece.
de AM Antes del mediodía, inauguraron desde el pasado lunes la renovada mañana de Telefé. El desafío, esta vez, parece ser recuperar el otrora brillo del programa y, en franca competencia con una sucesión de cambios y flamantes propuestas mañaneras, ratificar, más que nunca, una dupla que hace unos meses casi se disuelve. Como conductores, Vero y Leo, supieron imponer su descontracturada impronta y sobresalir con su frescura. Aunque, ante todo, aseguran, en ellos prevalece la amistad. "Fue una idea del canal de adelantar el horario. Quedan unos 20 minutos menos de artística", certifica la ex modelo y psicóloga mientras se entusiasma con lo que ahora ofrece.
"Si bien en estos 10 años de AM siempre lo vamos renovando permanentemente, en este nuevo horario hay que buscarle la vuelta para hacerlo atractivo. Hubo momentos de condición más
femenina, temas de mujer, una época más "gran hermanística", otras de humor, de entrevista, incorporamos cocina, después dejamos la cocina. Y en esta nueva etapa el desafío va a ser, en esta hora y media, capturar a un público que está sumido por la competencia del otro lado del noticiero. Entonces vamos a tener que hablar de la actualidad, que siempre lo hacemos pero
ahora más acentuado, de cuestiones servicio que siempre nos funcionó muy bien y temas médicos y temas femeninos", desliza Vero consciente de que, en materia televisiva, se debe estar a tono con lo esperado. "Uno siempre está como a prueba. Quisiéramos poder cumplir las expectativas del canal y de la productora. Están buenos los cambios", dice sincera. Leo Montero, por su parte, la escucha atentamente y enseguida da cuenta de las razones que le permiten pensar que el ciclo se
va a fortalecer y mantenerse ante cualquier envite. "Creo que lo mejor que tenemos es nuestro sello, nuestra dupla, nuestra amistad, nuestro humor, nuestra ocurrencia que otros por el formato que tienen, que puede ser diferente, no lo pueden hacer.
A nosotros nos gusta mucho "boludear" y también hablar en serio, que hemos crecido en eso enormemente, pero el hecho de poder hacer un scketch, improvisar, hacer una joda en vivo con Vero, creo que nos identifica y que hace que en ese rubro seamos más únicos", comenta el conductor haciendo hincapié en la particularidad de la dupla y la estrecha relación de amistad que en una década laboral afirmó con Lozano. "No es fácil mantener esto viendo el panorama. Para nosotros es absolutamente natural, es fácil y es cómodo. Charlamos mucho nosotros, estamos muy conectados y hacemos cosas que nos gustan al aire", expone el además animador de la NBA
y de Pura Química.
En medio de un gran número de innovaciones en la grilla mañanera de los canales, AM sobrevive y se ajusta. En este tiempo deberá convivir de manera directa o indirecta con la incorporación de Morfi, todos a la mesa con Carina Zampini y Gerardo Rozín en la misma emisora, con el traslado del ciclo de Fabián Doman, que, con el nuevo nombre de Nosotros a la mañana, se muda a un segmento más temprano y con el arribo de Germán Paoloski con La mesa está lista en la pantalla de El Trece, más el ya tradicional Desayuno Americano de América TV y Qué mañana por Canal 9. "La competencia está siempre. Nosotros la valoramos y la necesitamos para progresar, liderar y
mejorar. Siempre he elogiado a la competencia sea cual fuere y me gusta que haya competidores en vivo en el mismo horario. Todos podemos llegar a hacer lo mismo. A algunas cosas la iniciamos nosotros, otras no. Ahora no cambia en nada a lo que veníamos laburando", rescata Montero. "En enero pensamos que el programa terminaba", suelta Leo mientras que la muchacha ejerce una suerte de "sincericidio". "No fue el mejor año de AM. Tal vez es políticamente incorrecto lo que estoy
diciendo, pero tal vez hubo otros años que el programa estuvo mejor: en números, en contenido", expresa Lozano. "No sé específicamente qué, pero fue un año raro el pasado. También se dudó de la continuidad del programa Nada es azaroso. En 10 años también ocurre eso con los programas. En algún momento se termina. El cambio de horario es una oportunidad que el canal tiene de encontrarle la vuelta. También se agrega competencia que antes no tenía. Por momentos cuando arrancamos sí porque era el horario de nuestros amado Guinzburg, después la cosa se amesetó. Van pasando cosas y eso es lo lindo porque permanentemente estás en movimiento. Pero tampoco pasa todo por la tele", comenta con dulzura esta conductora que se siente crecida en su condición. "Es una bendición hacer entrevistas. Si bien a veces te gusta una más que la otra sabes que al otro día salís a la cancha también. Es un ejercicio. También manejar de a dos es un ejercicio complejo, es un laburo de a dos y tenés que tener muy buena energía", se ríe.
Un lazo de amistad más allá de la TV
Vero Lozano y Leo Montero se consideran fundamentalmente amigos. La cotidianidad diaria del
vivo, lejos de hacer mella, profundizó un lazo amistoso y parte de esa química que trasunta la pantalla es lo que acentúa el fulgor de tantos años. "No hay fisuras y también superamos muy bien el embiste de si terminaba el programa y si yo seguía", comenta Verónica. "Hubo momentos en enero y febrero como complicados. Gracias a que somos muy amigos fue todo muy conversado y entendido", razona Vero. "Somos amigos", concuerda enseguida Montero. "Si AM terminara mañana, nos juntaríamos en un mes a comer un asado. Tenemos un cariño especial: la hija, mi mujer, el Corcho. Va mucho más allá de lo que es la tele", recalca el conductor.
femenina, temas de mujer, una época más "gran hermanística", otras de humor, de entrevista, incorporamos cocina, después dejamos la cocina. Y en esta nueva etapa el desafío va a ser, en esta hora y media, capturar a un público que está sumido por la competencia del otro lado del noticiero. Entonces vamos a tener que hablar de la actualidad, que siempre lo hacemos pero
ahora más acentuado, de cuestiones servicio que siempre nos funcionó muy bien y temas médicos y temas femeninos", desliza Vero consciente de que, en materia televisiva, se debe estar a tono con lo esperado. "Uno siempre está como a prueba. Quisiéramos poder cumplir las expectativas del canal y de la productora. Están buenos los cambios", dice sincera. Leo Montero, por su parte, la escucha atentamente y enseguida da cuenta de las razones que le permiten pensar que el ciclo se
va a fortalecer y mantenerse ante cualquier envite. "Creo que lo mejor que tenemos es nuestro sello, nuestra dupla, nuestra amistad, nuestro humor, nuestra ocurrencia que otros por el formato que tienen, que puede ser diferente, no lo pueden hacer.
A nosotros nos gusta mucho "boludear" y también hablar en serio, que hemos crecido en eso enormemente, pero el hecho de poder hacer un scketch, improvisar, hacer una joda en vivo con Vero, creo que nos identifica y que hace que en ese rubro seamos más únicos", comenta el conductor haciendo hincapié en la particularidad de la dupla y la estrecha relación de amistad que en una década laboral afirmó con Lozano. "No es fácil mantener esto viendo el panorama. Para nosotros es absolutamente natural, es fácil y es cómodo. Charlamos mucho nosotros, estamos muy conectados y hacemos cosas que nos gustan al aire", expone el además animador de la NBA
y de Pura Química.
En medio de un gran número de innovaciones en la grilla mañanera de los canales, AM sobrevive y se ajusta. En este tiempo deberá convivir de manera directa o indirecta con la incorporación de Morfi, todos a la mesa con Carina Zampini y Gerardo Rozín en la misma emisora, con el traslado del ciclo de Fabián Doman, que, con el nuevo nombre de Nosotros a la mañana, se muda a un segmento más temprano y con el arribo de Germán Paoloski con La mesa está lista en la pantalla de El Trece, más el ya tradicional Desayuno Americano de América TV y Qué mañana por Canal 9. "La competencia está siempre. Nosotros la valoramos y la necesitamos para progresar, liderar y
mejorar. Siempre he elogiado a la competencia sea cual fuere y me gusta que haya competidores en vivo en el mismo horario. Todos podemos llegar a hacer lo mismo. A algunas cosas la iniciamos nosotros, otras no. Ahora no cambia en nada a lo que veníamos laburando", rescata Montero. "En enero pensamos que el programa terminaba", suelta Leo mientras que la muchacha ejerce una suerte de "sincericidio". "No fue el mejor año de AM. Tal vez es políticamente incorrecto lo que estoy
diciendo, pero tal vez hubo otros años que el programa estuvo mejor: en números, en contenido", expresa Lozano. "No sé específicamente qué, pero fue un año raro el pasado. También se dudó de la continuidad del programa Nada es azaroso. En 10 años también ocurre eso con los programas. En algún momento se termina. El cambio de horario es una oportunidad que el canal tiene de encontrarle la vuelta. También se agrega competencia que antes no tenía. Por momentos cuando arrancamos sí porque era el horario de nuestros amado Guinzburg, después la cosa se amesetó. Van pasando cosas y eso es lo lindo porque permanentemente estás en movimiento. Pero tampoco pasa todo por la tele", comenta con dulzura esta conductora que se siente crecida en su condición. "Es una bendición hacer entrevistas. Si bien a veces te gusta una más que la otra sabes que al otro día salís a la cancha también. Es un ejercicio. También manejar de a dos es un ejercicio complejo, es un laburo de a dos y tenés que tener muy buena energía", se ríe.
Un lazo de amistad más allá de la TV
Vero Lozano y Leo Montero se consideran fundamentalmente amigos. La cotidianidad diaria del
vivo, lejos de hacer mella, profundizó un lazo amistoso y parte de esa química que trasunta la pantalla es lo que acentúa el fulgor de tantos años. "No hay fisuras y también superamos muy bien el embiste de si terminaba el programa y si yo seguía", comenta Verónica. "Hubo momentos en enero y febrero como complicados. Gracias a que somos muy amigos fue todo muy conversado y entendido", razona Vero. "Somos amigos", concuerda enseguida Montero. "Si AM terminara mañana, nos juntaríamos en un mes a comer un asado. Tenemos un cariño especial: la hija, mi mujer, el Corcho. Va mucho más allá de lo que es la tele", recalca el conductor.
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