Este miércoles el despido de Flavio Azzaro fue uno de los temas más comentados en las redes sociales y en los principales portales de noticias.
El joven periodista deportivo construyó un currículo en base a declaraciones polémicas, peleas con los protagonistas y ridículas performances.
A Flavio Azzaro el reconocimiento público le llegó en 2014 de la mano de Alejandro Fantino. Fue el rubio relator quien lo llevó a “El Show del Fútbol” en el canal América para que comenzase su carrera televisiva.
Antes de que su cara y su nombre se hicieran conocidos, Flavio Azzaro era uno más de los miles de periodistas que mes tras mes pagan un espacio en una radio cualquiera para tener su propio programa.
Su espacio personal se llamaba “Identidad Racinguista” y era el mismo Azzaro el que se encargaba de promocionarlo en cuanto blog o página web dejará habilitado los comentarios. Corría el año 2005, las redes sociales aún estaban en pañales y la propaganda debía ser a la vieja usanza.
Con los años “Identidad Racinguista” fue creciendo en público, no tanto por los hinchas académicos que lo escuchaban con recelo sino por los de otros equipos que lo consumían cual si se tratara de algo lisérgico.
Desde este espacio partidario el periodista afirmó sin ningún tipo de rubor, ni de chequeo, que un ídolo académico no volvía a jugar en el equipo de Avellaneda porque era gay y que junto a su pareja temían recibir cargadas.
En otra oportunidad, y tras perder un clásico con Independiente, Azzaro relativizó la grandeza del conjunto del que dice ser hincha y enalteció la del histórico rival.
De hecho, es tanto el encono que cosechó entre los fanáticos académicos que en la comunidad más importante del club de Avellaneda, ForoRacing.com.ar, cada vez que alguien escribe el apellido Azzaro se lee A$$aro.
En sus comienzos en “El Show del Fútbol”, el nacido y criado en Avellaneda aportó la frescura del hincha que dice lo que siente sin mediar por lo políticamente correcto. Quizás porque eran sus primeras armas en la TV su personaje fue de menor a mayor.
A mediados de 2014, Racing fichó a Diego Cocca como entrenador y junto a él a varios futbolistas que, casualidad o no, tenían su mismo representante: Cristian Bragarnik. A Azzaro este hecho no le gustó y, en su afán de pegarle a la dirigencia académica, emprendió una cruzada contra el último de los refuerzos para ese campeonato, el delantero Gustavo Bou.
Apenas 4 meses más tarde Gustavo Bou daba la vuelta en el Cilindro de Avellaneda y Azzaro debía pedirle perdón de manera pública en vivo y en directo. La respuesta del goleador entrerriano desató aplausos de los racinguistas y también de algunos colegas del periodista: “Me dolió lo que hablabas. No sé cómo te da la cara para venir a pedirme disculpas después de todo lo que hablaste de mí".
Si bien en los últimos años hubo varias mujeres que quisieron colgarse de la efímera fama de Flavio Azzaro, públicamente sólo se le conoció una relación con la modelo Valeria Degenaro.
La impactante morocha reveló cuál fue el motivo por el que la pareja no prosperó más allá de algunos meses de 2015: “Un día me dijo de ir a comer a la casa. Preparó unos fideos con manteca y cuando pensé que íbamos a salir a bailar me dijo ‘¿querés un Rivotril?’, como él tenía sueño se lo tomó y se durmió”.
La llegada al mainstream de TyC Sports potenció aún más al personaje de irreverente y polémico. En “No Todo Pasa” encontró un lugar donde –al menos hasta este miércoles- rendía más la payasada que el trabajo periodístico.
En mayo de 2017, y sin percatarse que había terminado la tanda publicitaria, el periodista disparó un “Yo me la cogía” en referencia a la esposa de un colega. El momento generó la evidente incomodidad del conductor Diego Díaz y de los demás panelistas.
A mediados del mismo año, Azzaro afirmó que iba lanzarse a la política como candidato a presidente de Racing. Con el paso de los días la idea se fue desinflando y el periodista reveló que hizo su anuncio por temor a que el actual presidente académico, Víctor Blanco, se presentará sin ningún opositor.
Desde su espacio del canal de la calle San Juan, Azzaro no dudó en afirmar que “Messi hace lo que quiere con la Selección desde hace ocho años”, que “el fútbol mexicano es mediocre porque su liga es una mierda”, o que último entrenador Campeón del Mundo con la Selección Argentina era “deshonesto”.
En otra oportunidad, el reconocido periodista Ricardo Canaletti fue de invitado al piso de “No Todo Pasa” y contó una anécdota del futbolista brasilero Garrincha. Azzaro dudó de la veracidad de la historia y Canaletti terminó yéndose del estudio no sin antes invitar a pelear al panelista.
Durante el corriente año, y con la promesa de ir a cubrir el Mundial in situ, el perfil polémico de Azzaro volvió a bajar aunque no por mucho tiempo.
Ya en Rusia, fue parte de uno de los momentos más polémicos de la historia del periodismo deportivo local: el minuto de silencio tras la derrota albiceleste frente a Croacia por la fase de Grupos. Este episodio le valió el escrache en forma de carteles que fueron pegados en la vía pública.
Hace tan sólo dos semanas apareció en Moscú con un nuevo y particular look. El periodista decidió cortarse el pelo con sus propias manos y el peinado, acompañado de bigotes, sólo generó risas y burlas tanto de sus colegas como de los televidentes.
Apenas 24 horas después de la presentación de su renovada imagen capilar, otra vez su nombre fue tendencia en la ex Unión Soviética. Está vez el periodista fue expulsado de un bar de la capital rusa por, según sus propias palabras, “meterse a separar a dos argentinos que se peleaban”.
Este miércoles las aventuras de Flavio Azzaro en TyC Sports llegaron a su fin y el periodista insinuó que lo echaron por presiones de altos mandos de la AFA.
Por el momento sólo seguirá con sus programas en Radio Latina y Canal 26. ¿Tendrá revancha en alguna señal deportiva o su personaje lo llevará poco a poco al ostracismo?
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