El cuarteto argentino sacó hace unos meses un nuevo disco y se prepara para una gira internacional. De cara a su show de este jueves en el Roxy, DIARIO POPULAR charló con su cantante Xon de rock viejo y nuevo, de su trabajo con Jack Endino, de la actualidad nacional del subgénero que creó Kyuss y, claro, de la muerte
Pocos imaginaron que el Stoner Rock iba a crecer tanto como lo hizo en la Argentina, esta tierra tan lejana a los desiertos californianos donde Kyuss parió este subgénero de culto allá por fines de los occhentas. Sin llegar nunca, no obstante, a la masividad, esta forma de ver y hacer rock lleno de fuzz y distorsión, rutero por momentos, colgado en otros, pero siempre riffero, se hizo de una base muy fiel de adeptos en nuestro país. Los Natas fueron los primeros y más importantes de la escena, pero tras ellos decenas de bandas se sumaron a esta movida que tiene al Black Sabbath más rockero y "cannábico" como bandera.

Una de ellas, y una de las más trascendentes de la actualidad, es Banda de la Muerte, un cuarteto directo conformado por el guitarrista y cantante Xon (ex bajista de Buffalo, otro de los emblemas de la escena), el bajista Nico Foresi, el guitarrista Fede Ramos y el baterista Guillermo Gómez. El grupo lanzó hace unos meses "8894", un nuevo disco que hace referencia desde su título a la franja de años que los marcó a nivel musical y que tiene como productor a un referente internacional y total de esa época: el estadounidense Jack Endino, quien, entre muchos buenos álbumes, produjo el legendario "Bleach" de Nirvana.

De cara a una próxima gira internacional que los tendrá tocando en Alemania, Bélgica, Holanda y Francia, y al show que este jueves darán en The Roxy en el marco de su propio ciclo conocido como "Club de la Muerte", DIARIO POPULAR charló en exclusiva con Xon. Pero antes, por supuesto, lo sometió al ya clásico "Ping Popu":

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A continuación, el resto de la charla que mantuvimos con el cantante y guitarrista de Banda de la Muerte.

-Primero, una obvia y que ya deben estar cansados de responder: ¿por qué se llaman Banda de la Muerte?
Una vez estaba con Nico (Foresi, bajista), que es mi amigo de toda la vida, y dijimos de hacer una banda. "¿Cómo le ponemos?", me preguntó, y yo le dije "qué sé yo, vamos a hacer una banda de la muerte...". Y ahí nos miramos y dijimos "está bueno el nombre". Se lo comentamos a algunas personas y todos nos dijeron "¡no, cómo se van a llamar Banda de la Muerte!". Y ahí dijimos: "ya está". Pero a la vez, el nombre tiene cierto significado. No tenemos la muerte en el nombre como algo malo, sino como algo copado en cierto sentido. Qué sé yo,  cuando ves nombres de bandas como Grateful Dead ves que la muerte se resignifica.

-¿Le dan mucha importancia a la muerte? ¿Reflexionan o charlan sobre ella habitualmente?
Normalmente no. Pero justo cuando se dio de armar la banda fue como un momento bisagra nuestro, en el que murió un amigo que queríamos de toda la vida. Tal vez tuvimos cierta reflexión individual al respecto. Es algo que capaz pensás pero no lo hablás, porque no hace falta hablar de eso con tus amigos. Tampoco es un tópico que abordemos mucho en nuestras letras. Igual, tenemos una anécdota relacionada a esto. Una vez que tocamos en Alemania vino un chabón y nos preguntó, en inglés, "¿es verdad que todas sus canciones hablan de la muerte?". Y como allá no entendían nada de español le dijimos que sí (risas).

-Podrían hacer un disco conceptual en el que todos los temas hablen de la muerte...

(Risas) Sí. Y ahí quedaríamos bien con este alemán (risas).

-Más allá del nombre, contame un poco cómo fue el origen de la banda.
Yo toda la vida fui bajista, y Nico, mi amigo de toda la vida, también. Y nunca habíamos armado una banda juntos porque los dos éramos bajistas. Entonces un día le dije, "ya fue, yo toco la guitarra, pero armémosla". Y ahí armamos la banda que nos debíamos desde siempre. Nosotros somos amigos y vecinos de Palomar, y a pesar que nunca habíamos tocado juntos por esto que te decía, siempre nos juntábamos a hablar de música. Y siempre nos peleábamos. A él le gustaba la música que yo odiaba y viceversa, dentro del mismo género claro (risas).

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-¿Armaron la banda cuando te fuiste de Buffalo o cuando todavía tocabas en ese grupo?
La armamos cuando todavía tocaba en Buffalo. En un principio era como un proyecto paralelo que no nos demandaba demasiado, hasta que empezó a crecer y a crecer... Yo además fui papá, y la verdad que no podía con todo. Y antes de hacer cagadas con Buffalo, estar ahí y ser un lastre, les dije que se buscaran a un bajista que pudiera dedicarle todo el tiempo y energía que la banda se merece, porque yo me iba a acotar a lo que sí podía prestarle atención.

-Este año salió "8894", su nuevo disco, producido por Jack Endino. ¿Cómo fue que lo consiguieron y cómo fue la grabación del álbum?
Una vez tocamos con una banda de Seattle, Stone Axe, y pegamos onda con el guitarrista, que también toca en una banda un poco más conocida en el stoner rock que se llama Mos Generator, y que también es productor (produjo, por ejemplo, a Saint Vitus). Nos vio, se copó y nos vino a hablar. Nos dijo que le hacíamos acordar a las bandas de Seattle anteriores a Nirvana. Yo tomé el comentario como algo buena onda, pero no mucho más. Pasó el tiempo y charlamos que nos gustaría tener para el nuevo disco un productor internacional. Un tipo que sepa cómo es el standard afuera y poder estar a la altura. Y en la charla, el primero en quien pensé fue en este chabón. Y uno de los chicos dijo "¿y Jack Endino?". Y yo pensé "ni en pedo nos va a dar bola", porque es un grosso. Uno de los audios que más me gusta está en un disco de High on Fire que produjo él, grabó a Nébula y sigue grabando bandas súper vigentes. No es que grabó ese disco de Nirvana y nada más. Pero bueno, nos contactamos con él, escuchó el disco anterior ("Pulso de una Mente Maldita") y se re copó. Entonces aprovechamos un viaje de laburo a Estados Unidos y Nico se hizo una escapada a Seattle. Habló con él y el chabón dijo que sí. Y se vino, casi sin gastos para nosotros, con un nivel de compromiso extraordinario. Laburaba más él por nuestro disco que nosotros, que hacemos todo lo que está a nuestro alcance para hacer un disco. Fue una gran experiencia.

-¿Y qué diferencias encontraron en su forma de trabajar respecto a la de otros productores con los que hayan trabajado?
No habíamos trabajado nunca con productores. Pero lo que te puedo decir es que laburó excelente. Jack Endino es un productor que le gusta producir discos en los que se escuche una banda sonando. No son su estilo los discos sobreproducidos. Al chabón le gusta que si la banda suena en vivo, que quede bien grabada en el disco. Quiere que lo que se escuche sea una banda. Es un tipo de la escena de Seattle previo a la explosión, viste. Es un bicho de ese estilo. Y su nivel de compromiso a mí me sorprendía. El tipo dormía al lado de la consola. Se tiró un colchón y dormía ahí en el estudio. Fuimos todos a vivir 10 días al estudio, nosotros nos la podemos bancar, pero el chabón no tenía ninguna necesidad. La verdad que tuvo una entrega increíble. Hubo días que lo vi laburar 12 o 14 horas.

-Teniendo en cuenta el interés de Endino por ustedes y las giras que hicieron por el exterior, ¿qué me podés decir del tema de la barrera idiomática? Porque es difícil captar público estadounidense y europeo cantando en castellano...
Les resulta raro. Pero tenés de todo. No creo que un grupo como nosotros, cantando en español, vaya a sonar en las radios en Alemania o en Francia. Pero tienen un interés por las cosas nuevas que está buenísimo. Tienen tiempo y plata para invertir en la cultura y para ellos ver una banda de Argentina es algo que les genera una experiencia nueva. Tocamos en festivales allá y la verdad que la gente se re copó. No entendían una palabra de lo que cantábamos, pero se coparon igual.

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-Y ya que muchas bandas de géneros y estilos afines al que ustedes practican deciden cantar en inglés, para ver si llegan a generar un interés en el exterior, ¿ustedes por qué decidieron cantar en castellano?
Porque nacimos acá. Incluso también lo hablamos con Jack Endino. Un día fuimos a Luján en el auto escuchando a Pappo y él nos decía que sería estúpido que cantáramos en inglés. Tanto él como nosotros pensamos que si te querés expresar, es mejor usar el idioma que uno más domina. Si uno pretende dejar todo, uno tiene que cantar en su idioma. Si cantás en otro idioma podés dejar mucho, pero en tu idioma yo creo que más.

-El disco se llama "8894", una referencia directa a esa época del rock estadounidense en la que, entre otras cosas, explotó la escena grunge. ¿Ustedes querían sonar de esa manera desde antes de encarar el disco?

Esa época es para nosotros un poco la que nos formó. Entonces, creo que, como consecuencia, cuando enchufás y empezás a mover las perillas vas a tener ese norte. Endino lo único que hizo fue tratar de que la banda suene lo más natural posible. A mí lo que más me gusta del disco es eso, que suena súper natural. También muchos de los discos que más me gustan los había producido él, así que, obviamente, nuestro sonido iba a rumbear para ese lado.

-La escena stoner local creció bastante. ¿Por qué pensás que el stoner caló de alguna manera en Buenos Aires?
Creo que, indudablemente, lo que hizo Natas fue muy importante. Fue una gran banda a nivel mundial dentro del género, que a nivel mundial sigue siendo chico. Después, creo que hubo y hay un grupo de bandas y de gente que se toma el género muy en serio. Que intentan tocar en los mejores lugares posibles, con los mejores precios posibles, grabar con los mejores productores posibles... Me parece que eso es importante.

-¿Estás de acuerdo con que el público del stoner es más exigente y quizás más melómano que el de otros géneros o estilos del rock pesado?
Sí. Con lo bueno y con lo malo de eso. Lo malo es que a veces se puede volver un poco prejuicioso, y espera de tal banda tal cosa, y de otra tal otra, otra. No va a disfrutar y recién después analizar, sino que por ahí ya va a veces con un análisis pre hecho, y si no escucha lo que el pretendía, ya está mal. Es un público exigente también en cuanto a los standards, más allá de los gustos.

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-¿Es un público menos "apasionado" respecto al de, por ejemplo, el punk o el heavy metal?
Menos físico diría yo. Es gente que en un 90% son músicos, que tienen sus bandas y que aman la música. Por ahí no se rompen la cabeza en el show, pero sí son gente apasionada por la música que les gusta. Creo que el stoner es herencia no sólo del rock tradicional, como muchos lo ven, sino también de la escena hardcore y post hardcore. Que también es un poco lo que a mí me acercó al género. Con esto no quiero decir que no me gusta Black Sabbath, pero mi banda favorita era Suicidal Tendencies, y también escuché mucho bandas como Fugazi y Quicksand.

-Y vos que estás en la escena stoner desde hace mucho tiempo, ¿qué diferencias ves ahora respecto a los primeros años?
Creo que ahora se puede tocar en mejores lugares, con mejor sonido... Hay un poco más de gente... Está mejor ahora. También hay más camaradería entre las bandas. En general, creo que se entendió que no hay competencia. Yo no voy a competir para que un pibe diga que le gusta más mi banda que la otra, eso es una estupidez. En mi casa no tengo un solo disco para escuchar. No es un partido de fútbol. Antes se veía un poco al público como un botín. Considerando nuestra escena, que en gran parte somos los mismos que venimos tocando hace 20 años, atribuyo el cambio a una madurez personal.

-¿Creés que el stoner ayudó a que se revalorizara a bandas argentinas de sonido rockero de los setentas, como Pappo's Blues, Pescado Rabioso, Manal y tantas otras?
Sí. Creo que hubo una búsqueda de cosas que habían quedado perdidas en el tiempo y que se merecían una revalorización. Yo no soy fan del rock mainstream de los ochentas, ni de acá ni de afuera. Me parece que en los ochentas sí había un underground copado, pero el mainstream no. En los setentas sí hubo grandes bandas y quedó como truncada la herencia de los referentes, para gente de mi edad. Cuando presentamos nuestro EP con covers de canciones de esa época, tocamos "Abelardo el Pollo" de Pappo´s Blues con Alejandro Medina, y nosotros lo tenemos como un referente a él. Grabamos con Ciro Fogliatta un tema que había hecho el con Alfredo Toth en una banda que se llamaba Sacramento y también lo tomamos como referente.

-¿Te interesa la música actual o te quedás con las bandas que te formaron y que te gustan desde siempre?
Sí que me interesa. En este momento estoy como en una búsqueda. No quiero escuchar bandas que suenen a cosas viejas. Quiero encontrar bandas que me resulten interesantes por la banda en sí y que no suenen a cosas viejas. De acá, por ejemplo, me encanta Gripe. Es una banda que se la mete dentro del stoner, pero que tiene algo más. De afuera estuve escuchando bastante a Kimbo y a Sun Rider. También me gustan bandas más punk. Creo que el punk es más permisivo, tiene menos reglas. El stoner rock por ahí se volvió un poco más cerrado. Te aparece la policía del stoner rock y te dice "esto no es stoner". ¡Andá a cagar!

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Banda de la Muerte se presenta en vivo este jueves 3 de septiembre en The Roxy (Niceto Vega 5542), en el marco de su "Club de la Muerte".

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