La actriz y la conductora hablaron, sin vueltas, de las exigencias que incluyen los cuidados corporales por ser parte del mundo del espectáculo.
Barby y Nazarena Vélez compartieron un espacio de confesiones mutuas, a corazón abierto. La actriz y la conductora hablaron de cómo los afectos las exigencias estéticas que impone el mundo del espectáculo y cómo fueron transmitidas de "generación en generación". "Tenía 17 años y por delante una campaña de fotos y, la semana antes, me recontra restringía".
"Nunca tuve Anorexia, nunca tuve Bulimia, entonces no quiero meterme en algo que, capáz, hay gente que lo sufrió... Yo sí siento que desde chica, desde la adolescencia, fue muy el tema de no engordar", reconoció Barby, en un diálogo "mano a mano" con su madre, al aire del programa de stream que comparten en Bondi.
"Siempre tuve tendencia a engordar. Tengo un metabolismo de ´como esto y engordo´. Entonces, era como todo el tiempo estar cuidándome... En este trabajo me ha pasado de ir a representar, de ir a fotos que me decían ´ay, qué lida, las caderas te faltarían 3 cm, estás 3 kilos más´. Es un tema que se habló siempre sobre el cuerpo".
"Tenía 17 años y por delante una campaña de fotos y, la semana antes, me recontra restringía", se sinceró la actriz. "Yo siento que, en gran parte, es culpa mía, por todo lo que he sufrido toda la vida yo. Si vos ves siempre a tu mamá tomando pastillas, con una balanza pensándote... Si ves ese ejemplo, por más que yo siempre te decía lo hermosa que eras y trataba de no involucrártelo, claramente se lo pasás a tus hijos", reflexionó, Nazarena, por su parte.
"Tengo muchas ganas de llorar...", reconoció Nazarena, ante la audiencia. "Porque te escucho hablar hija y me siento culpable. Cuando vos tenés una mamá que le da tanta, tanta importancia a lo estético, uno siempre copia lo que hace la madre. Es un tema que me toca", analizó, Vélez, a micrófono abierto y entre lágrimas.
"Es una realidad y está bueno que la gente también lo vea del otro lado. Si sos mamá, la importancia de lo que nosotros le damos y le trasmitimos a nuestros hijos. La importancia de cómo les podés cagar la cabeza. A mí me lo metió el medio en la cabeza y la sociedad, que nos criamos de esta manera", reflexionó Nazarena.
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