Chano habló de todo: "Los líos dependen de mí"

Sin escándalos: “Estoy en un momento ideal. Mis canciones suenan en la radio y no se habla de la novia que tengo ni que no tengo. Ni de qué cagada me mandé. Aunque sé que eso de los líos, depende mucho de mí. Ahora con las redes, el famoso siempre está ahí, en boca de la gente. Si yo hago algo malo es inevitable que se sepa. No me enfoco en poner energía en pelearme con la gente que espera que me mande alguna porque come de ese contenido de los que yo me mando. Me considero una buena persona, aunque tengo unos defectos de carácter que los padezco todos los días”.

Los choques: “Yo me mandé muchas y asumo las cosas que hice. Choqué una vez, seguí manejando y volví a chocar a los tres meses, y después otra vez. Fui un peligro. Me podrían decir ‘asesino’ y la verdad que cuando me mandé esas macanas les pedí perdón a los jueces y a las personas que correspondía. Al final dejé de manejar por una señora de Madres del dolor que pidió que yo no maneje más. Ahí el tono cambió y me di cuenta que no era un chiste. Entonces dejé de manejar”.

LEA MÁS:

Una pasión llamada Ferro: “Esta es mi pasión inaugural. Para mí es alucinante estar en este lugar. Me remueve un montón de cosas que tengo adentro. Llevo un contacto importante con el club, aunque no estoy con la información del día a día. De todas maneras sé que no andamos en la mejor y que venimos de perder 3 a 1. Pero este es el mejor escenario, sin dudas. En esas tribunas yo formé mi identidad. Venía en mi época de pibe y de adolescente, incluso con los Tan Biónica. Era tan fanático del equipo y de la música que me traía el walkman para escuchar música mientras veía el partido. Es una experiencia que la recomiendo, eh”.

Sus abuelos: “Hice una canción con mi hermano que se llama Pastillitas del olvido. Era a raíz de cuando mis abuelos iban perdiendo la memoria. Ellos se habían conocido acá, en la sede de Cucha Cucha (hoy, Federico García Lorca). Existo gracias a Ferro porque ellos se conocieron acá. Mi abuelo le dijo en un baile a mi abuela que la invitaba a bailar las próximas cincuenta piezas. Un dandy total. Esa canción habla de eso, del baile de ellos en Ferro. Yo iba a la vieja platea de madera con mi abuelo, un tipo al que amaba y amo, que en paz descanse. Los de su generación eran bravos. Había un tipo que puteaba a Cancelarich, que era el arquero nuestro. En realidad la gente de ese sector insultaba a casi todo nuestro equipo, jaja. Apenas salía el equipo, mi abuelo les gritaba ‘¡Burros!’ a los jugadores porque venía enojado del partido anterior. Entonces yo me enojaba y me corría. Yo tenía muchos ídolos en ese momento. Diego Bustos, que después se fue a Platense, con el que tenemos mucha pica. La gente de Ferro cantaba ‘son los tira piedras, son los p... de Saavedra’ y yo no podía cantar porque soy de Saavedra jaja. Tampoco me gustaba cuando le colgaban banderas contra Timoteo (Griguol)”.

El amor: “Para mí el amor por el fútbol no tiene nada que ver con el amor a una mujer. Las canciones tienen que ver con penas. Yo muchas veces me siento solo. Abandoné esa postura de querer estar con una chica que se le regala a una estrella del pop o del rock. No me parece bien que le regalen el cuerpo a una persona por una confección mental que formó. Quiero andar con alguien que tenga otros valores. Ojo, a veces quiero estar con alguien solo por un momento, pero sé que ahí me estoy comprando un problema. Tal vez quiero a alguien que me haga milanesas. Sueño con tener un hijo, que ojalá retome mi pasión. Este no es el momento porque tengo otros anteriores”