La comedia de Netflix acaba de estrenarse y ya es todo un éxito en visualizaciones. Consta de 6 capítulos, de media hora cada uno. ¿Qué cambios ofrece?
División Palermo es una serie de comedia argentina creada por Santiago Korovsky, para Netflix. Que, tras el éxito de su primera parte, acaba de estrenar de su segunda temporada. Los nuevos capítulos llegaron a la plataforma este jueves 17 de julio y estuvieron disponibles desde las 4 de la madrugada.
En pocas horas, la serie que supo atrapar al público con su primer envío, 2 años atrás, se posicionó como una de las opciones elegidas por el público, en esta nueva temporada. Cuenta con 6 episodios de un promedio de 30 minutos cada uno, es decir, son cortitos. Y ya se sabe que esto será el final de la historia, sin posibilidad alguna de un tercer envío.
La Guardia Urbana, grupo de agentes que se representa en la comedia, enfrenta desafíos para evitar que la cierren. El barrio se vuelve cada vez más peligroso y los Servicios de Inteligencia reclutan a Felipe Rosenfeld para investigar a una banda criminal que opera desde el local de Café Blend, liderado por Milton, a cargo de Juan Minujín, nueva incorporación. Y vuelven Martín Garabal y Charo López, como dos policías desfachatados.
División Palermo ya ganó como Mejor Comedia en la 52º edición de los Premios Emmy Internacionales, obtuvo siete galardones en los Premios Cóndor de Plata, el Premio Sur a la Mejor Serie de Ficción y un Premio Platino a Mejor Actor de Serie, entre otros reconocimientos. Y, además, estuvo en el Top 10 de series de Argentina por cinco semanas.
La serie utiliza el humor negro y la sátira para abordar temas como la inclusión, la discriminación, los prejuicios, y la burocracia, mientras que los protagonistas, a pesar de sus limitaciones o las percepciones de la sociedad sobre ellos, demuestran inesperadas habilidades y un valor que los lleva a ser los únicos capaces de resolver los misterios que se presentan. Es una comedia que se burla de las apariencias y celebra la diversidad a través de situaciones absurdas y personajes entrañables.
El protagonista, el algo torpe Felipe Rozenfeld (Korovsky), es miembro de la colectividad judía; lo acompañan un manco (interpretado por (Daniel Hendler) Sofía, una chica en silla de ruedas (en manos de Pilar Gamboa), un ciego (Facundo Bogarín), una chica trans (Valeria Licciardi), un joven de baja estatura (Hernán Cuevas), un inmigrante boliviano (Renato Condorí Sangalli). Y ahora, también, se sumaron a la ficción un chico con síndrome de down y una chica con autismo.