Mejor imposible. Nos referimos al acertado título del nuevo unitario de Pol-ka: El Lobista, ese que estrena este miércoles a las 22.45 por El Trece. Y como sintonizando los tiempos que corren, se dio una coincidencia no deseada: el día que apareció el afiche de promoción con el personaje de Rodrigo de La Serna (Matías Franco) ataviado como un yuppie, en nuestro país se disparó el dólar de 20 a 25 pesos.
El dato atemporal es que hoy el sustantivo “el lobista” se expandió en todos los ámbitos para describir a quienes hacen uso y abuso de los contactos para ganar dinero sin trabajar: “Por eso digo que es un tema universal. Ningún país moderno está exento de este tipo de personajes y presiones. El poder del mercado, del dinero, las influencias de estos lobistas son los que están gobernando el planeta y ponen en jaque a las democracias. No hay país que escape a este nivel de presión con leyes que salen y condicionan la vida de millones de personas”.
En medio de una política económica de Argentina que plantea como tabla de salvación el regreso al Fondo Monetario Internacional (FMI), De La Serna aclara que “esta ficción no es una denuncia puntual ni particular” y no deja de soslayar “la sincronía de la promoción con el afiche en cuestión en medio de una corrida bancaria. Yo no hablo desde un lugar partidario, nací en el 70, crecí con el Rodrigazo en el 1975, un año después el Golpe Militar, la hiperinflación de los 80, la crisis del 2001. Atravesamos todo y ahora estamos de vuelta con el FMI y sus personajes. Lo que pasa hoy me da mucha pena y dolor al observar la situación social”.
Siete años después, Adrián Suar en calidad de productor puso a De La Serna en el otro lugar del mostrador. En 2012 se destacó en la piel José María Lombardo, el ladero del piquetero de Pablo Perotti (Julio Chávez): “Es lo más lindo que tenemos en nuestra profesión, interpretar a diversos personajes. Me encanta estar, tocar y sondear el abanico de posibilidades que tiene el ser humano. Me siento privilegiado interpretar personajes tan distintos”.
En los últimos años se puso en la piel de el Papa Bergoglio (Llamame Francisco, miniserie en Netflix), Lombardo en El Puntero, San Martín en el film El Cruce de Los Andes (2011) y no se olvida de su primer protagónico en la televisión con Okupas en 2000 en la Televisión Pública previo a la crisis social 2001-2002: “¿Cómo sería Okupas 18 años después? ¿Qué lindo imaginar la vida de estos tres personajes? igual, no me corresponde a mí hacer un análisis”, dice esquivando polémicas en tiempos grieteros. Pero, claramente, deja en claro su posición de rechazo a las políticas neoliberales.
Sobre su trabajo, De La Serna tomó la decisión de no volver a verse en la pantalla con productos consagrados, como por ejemplo sucede con la película Diarios de Motocicleta (2004) en el que interpretó al mejor amigo de El Che Guevara en su viaje por América Latina, Alberto Granado: “La primera vez que la vi me pareció un horror, un espanto, un desastre. Mi trabajo estaba exagerado. La segunda vez me dije: ‘Mmmm’y la tercera, ¡soy un genio!. Hoy la película la vería de otra manera. Cuando termino un trabajo hago un corte. El ego de verme es un arma de doble filo porque tomar la lupa o el lente se puede deformar mucho todo”.
El actor insiste que “la mirada es tan subjetiva y está influenciada por el contexto. Jorge Luis Borges decía que nunca podía ver el río dos veces, no sólo porque el agua fluye, sino porque cuando uno vuelve, también, es otro. El río de uno también cambió”.
El Lobista sigue los mismos pasos de producción que Suar inauguró con Signos (2015, con Julio Chávez) en adelante y siguió con La Fragilidad de los Cuerpos (con Eva De Dominici y Germán palacios), El Maestro (con Chávez), ambas el año pasado que al mismo tiempo salen por tres pantallas: El Trece, la señala de cable internacional TNT y en Flow: “Es lo que pasa ahora que, lamentablemente, para generar ficciones de calidad a los productos locales no les queda otra que asociarse a estas empresas gigantes a nivel internacional. Subrayo la palabra lamentable, porque es muy difícil producir. Está todo dado para que no se pueda producir tanto por el contexto local y sí por el internacional. El juego cambió desde que aparecieron estas plataformas nuevas que proponen otro modo de producción y no hay espalda que aguante eso. Es una manera de sobrevivir”.
Con la película Diarios de Motocicleta, la figura de Rodrigo de La Serna tuvo una proyección internacional por su papel del mejor amigo de El Che Guevara y en su momento dejó pasar la oportunidad: “Me habían ofrecido probar suerte en Hollywood, fue tentador tras el boom del film. Pero en ese momento, hace 15 años, era más joven, mi hija (Miranda) era muy chiquita y estaba con ganas de otra cosa. Por ejemplo, nació la banda de tango Yotivenco, que se despide este año con un gran espectáculo en el teatro Opera”, concluye.
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