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Desde que el Diez está en Argentina se volvió inseparable de su hija y de su novia. No sólo van a cenar juntos sino que también se hicieron un tatuaje cada uno para dejarse grabados en la piel.
Diego Maradona está más enamorado que nunca. No sólo de Rocío, con quien pasó la Navidad, sino también de su hija Jana. El Diez la reconoció hace unos meses y desde que está en el país no para de agasajarla. Encima Jana tiene una muy buena relación con Rocío y es por eso que salen de noche con el Diez. Y como para que no queden dudas del cariño que hay entre los tres, decidieron inmortalizar ese amor en su piel. Sí, Diego las llevó el miércoles por la tarde a Rocío y Jana a una casa de tatuajes y los tres se hicieron un diseño cada uno.
El primero fue Diego, quien decidió dejar en su piel la fecha de nacimiento de Dieguito Fernando, su hijo con Verónica Ojeda; y también escribió la palabra "perra". Al parecer y según trascendió desde el entorno del Diez, ése es el apodo que usa para llamarla a Rocío y por eso también se lo tatuó. Por su parte, Rocío tuvo un gesto más que de una enamorada. Se escribió la palabra "Diego" en todo su antebrazo. El tamaño del tatuaje es tal que le abarca desde el codo hasta la muñeca. La última que pasó por las manos del tatuador fue Jana quien no eligió un nombre, tampoco un apodo, sino que se hizo tres corazones en su antebrazo. Quedará la incógnita si esos tres corazones simbolizan a su madre, a Diego y ella.