Otros Pecados (El Trece) finalmente ve la luz. La ficción de 10 capítulos autoconclusivos (cuyas historias empiezan y terminan en una emisión) se estrenan a partir de este miércoles a las 23.15 después de casi un año de mantener el unitario en la guantera. La producción de Pol-Ka iba a debutar en octubre del año pasado, pero los tiempos televisivos le fueron esquivos.
Hoy ya no es raro que un estreno se postergue u otro se apure en virtud de los manejos gerenciales. El capítulo elegido para el arranque es La Campaña, con Leo Sbaraglia (un actor reacio a la televisión de aire) y Norman Briski. Por los nombres rotativos de los protagónicos y elenco, se apuntó a convocar nombres y autores de lujo. Respecto de la Dirección, se dividieron la mitad de los capítulos entre los directores de Pol-Ka Jorge Nisco y Daniel Barone.
A un año de la grabación de la ficción, Nisco y Barone sostienen que el título de la ficción alude a una lista más amplia que los pecados capitales: “La intención es ampliar el espectro respecto del orden que proponen los ‘pecados capitales’ eclesiásticos. Queremos retratar lo que nosotros construimos a lo largo de nuestra humanidad, como seres sociales. Vamos por el lado sociológico y nos metemos también con la psicología de los personajes. Antes se debatía si era o no pecado, ahora nosotros construimos nuestras oscuridades y vamos en contra del otro”.
Para Barone “el impacto de la contemporaneidad está muy relacionado con las apariencias y la influencia de las redes sociales, como ese espejo que uno construye. Otros Pecados se parece a la serie británica Black Mirrow por el uso de las nuevas tecnologías. A nosotros nos interesa más las consecuencias ideológicas que te obligan a pertenecer a un grupo o lugar ”.
No es casualidad que el ciclo de ficción se inicie con el capítulo La Campaña. Allí Sbaraglia encarna a un publicista que “se le pudre el rancho y tiene que salir a su mundo, su status a cualquier previo”, así relató el actor sobre su papel. En sintonía con su par, Jorge Nisco, pone el acento en “la desconfianza, el rencor, la simulación y en los celos como características muy exacerbadas en la era moderna. Se tornaron muy peligrosas. Esto no quiere decir que no hayan más, pero a mí en lo particular me sorprende el tema de la simulación. ¡Cómo hoy estamos tan expuestos se viraliza todo!. Hoy cualquiera que haga cualquier cosa se sabe acá y en la china. Nadie puede tener un mínimo control del entorno por el gran bombardeo total de información”.
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Muy crítico de cómo hoy nos posicionamos socialmente a la hora de generar vínculos: “La sociedad del avance tecnológico te puede llevar puesto por más que quieras parar la pelota porque el lugar de la reflexión es cada vez más escaso. Hoy,lamentablemente, se piensa por Instagram”, cuenta Nisco y remata con uno de los capítulos que dirigió, Las Manos, en el que aborda la relación entre una coach y una tenista: “Es interesante en este relato dramático hasta dónde llega la manipulación en el mundo del tenis, un deporte con alto grado de exigencia y de gran individualidad”.
Los dos directores advierten que no se trata de casos reales: “Los capítulos están protegidos por el inverosímil de la ficción. Es una propuesta que pone un espejo social con una mirada lúdica. No se busca marcar el pecado ni demonizar a los pecadores y menos bajar línea, sino bucear en la psicología de los personajes”, señala Barone.
El antecedente al que se remiten ambos directores del formato de capítulos de ficción autoconclusivos se remonta la misma productora, Pol-Ka con Mujeres Asesinas (2005 y duró cuatro temporadas hasta 2008) : “A diferencia de Otros Pecados, las historias en Mujeres Asesinas eran reales”, cuenta Nisco a lo que su par Barone agrega: “En Mujeres Asesinas ibas a ver la muerte, era el común denominado y cruzó con el género policial hasta llegar, en algunos casos, al punto más macabro”.
En la televisión abierta con el formato de capítulos autoconclusivos tuvo también su esplendor en Telefé con Tiempo Final en el año 2000 y duró tres temporadas al aire. Pol-Ka toma la posta con Mujeres Asesinas por partida doble porque en ese mismo año la productora lanzó Botines relacionados con los robos más emblemáticos e impactantes en nuestro país. Pero esta forma de producir no se mantuvo en el tiempo, aunque sí hubo chispazos como Televisión por la Identidad (Telefé, 2007) para contar historias sobre el robo de bebés durante la Dictadura Militar, Televisión por la Inclusión (Canal 9, 2011) en el que se cuentan casos de discriminación social, Maltratadas (América, 2011) sobre violencia de género e Historias de la Primera Vez (América, 2011) relacionados con historias de “primeras veces” de los personajes.