Con la impronta y el sentido del humor que lo caracteriza, José María Listorti, transita con aire renovado la 8va temporada en la conducción de Este es el show ( siempre junto a su compañera Paula Chaves), luego del receso del verano y la restructuración de la productora, al tiempo que volvió a incursionar en el cine con Cantantes en guerra, el tercer film en dupla con Pedro Alfonso, que compitió en la cartelera de los cines con la basta oferta de vacaciones de invierno. Hombre dúctil si los hay, eficaz trabajador del medio desde todas las áreas, califica de hipnótico ante la cámara a Marcelo Tinelli, su empleador desde1993, cuando comenzó en VideoMatch y confía en que, si se quedara sin la plataforma que le ofrece Ideas del Sur, podría desempeñarse en cualquier otra actividad que el universo del espectáculo le brinde.
Como sostén de un envío anexo a Bailando por un sueño 2017, como Este es el show, José, observa que el esquema de los participantes, con sus ambiciones y tantas situaciones mediáticas que rayan con el escándalo, se repite en cada temporada.
“Al programa lo veo como siempre. Pero siempre es inesperado”, dice. “El Bailando de Marcelo siempre te sorprende. Siempre hay alguien que no esperabas que se destaca. Y entonces aparece el Dipy o Nay Awada o la Bomba Tucumana, la verdad es que siempre pasa algo en ShowMatch.
Y todos tienen chance de ganar. Siempre miro a Ailén Bechara, que supuestamente la iban a echar en el primer programa y llegó a la final”, asevera con conciencia de que muchos buscan en la pelea o en actitudes que llamen la atención un pasaporte para llegar a la recta conclusiva.
“Me parece que pasa mucho en el medio que creen que la única forma de trascender es haciendo un escándalo. Garpa más un escándalo que una noticia. Lamentablemente es así y no creo que deba ser así. No me gusta que sea así. No sé si matan a la madre, pero hay muchos que no le importa nada. Hay muchos que no les importa quedar mal, no le importa. Pasa en todos lados, en los políticos es habitual”, expresa.
Fue el alma mater de No hay 2 sin 3, Palermo Hollywood Hotel y todos los segmentos de humor de Showmatch, y Listorti siente nostalgia por la poca recepción que hoy en día existe en torno a los chistes y afirma que ya no hay programas de humor. En lo personal, ya hace tiempo que debido al ejercicio de la conducción dejó de lado su veta humorística. Algo que saca a relucir en ocasiones especiales y en las películas como Cantantes en Guerra.
“A mí me gusta más el humor que la conducción, pero hay una realidad; no hay programas de humor. Salvo Campi y Sin codificar, que está bárbaro con todos los chicos que son amigos, pero yo necesito laburar. Soy locutor, me gusta conducir, pero por eso el programa se llama Este es el Show, porque me gusta hacer todo es un show y es todo en joda. Salvo en temas importantes, a mí me gusta joder mucho. El humor está presente en muchas cosas o en todo en el programa. Y como no hay programas de humor canalizo lo que no puedo hacer en la tele, en las películas”, detalla Josema mientras lo contextúa.
“No tiene lugar hoy en día el humor. No sé qué pasa, me parece que es muy caro o son formatos más antiguos. Además, el humor está presente todo el día. Hay humor en YouTube, hay humor en Instagram, hay humor en los noticieros, en los políticos. Es muy difícil hacer humor. Y estamos muy susceptibles con el humor”, advierte. “Cuando yo era chico estaba Olmedo con su propio programa, Porcel con su propio programa, Calabró con su propio programa, Minguito con su propio programa, los uruguayos de Hiperhumor con su propio programa, Sapag, Polémica en el Bar, Operación jaja, Gasalla. Todos lo que acabo de nombrar. Son un montón y ahora no hay. En la época de ShowMatch muchos hacíamos humor, se podía haber desprendido, pero no hay”.
-Con lo que ocurre con la violencia de género como punto más sensible y de ahí para abajo todo lo demás, ¿cualquier tema que se trate parece tener consecuencias y no resulta gracioso?
-Exacto. Todo cambió. Ahora si yo hago un personaje de borracho, se levantan y me van a empezar a escribir los alcohólicos diciendo: “Vos te reís de una enfermedad como el alcoholismo”. Si hago un chiste de gallegos, protestan que los tratás de brutos, si hago un chiste de judíos que los tratás de antisemitas, si hago un chiste de manicomio me van a decir que me burlo de una enfermedad como la locura. ¡Te imaginas si me pongo desnudo como en la década del 90! O la frase de “lechonas” que decía Emilio Disi en la película Los Bañeros. O el sketch de la nena de Poné a Francella. No se puede hacer. Está mal lo que se hacía, hoy la sociedad ha evolucionado, pero hay una susceptibilidad extrema. Dejemos de lado lo de la mujer con la violencia de género que es un tema terrible, pero no se podría incluir nada de lo que se hacía antes. Vos podés hacer un chiste de borracho y se interpreta como una falta de respeto, pero es humor. El humor está hecho en base a la burla. El humor es siempre burlar al otro o subestimar al otro, ya sea a la víctima o al espectador, porque cuando haces un chiste estás subestimando al espectador también. Entonces estamos tan susceptibles que no tenemos ganas de burlarnos de nada y no se puede hacer.
De herramienta en mano, todo terreno, José María Listorti, apuesta a lo mucho que está fogueado para desempeñarse en cualquiera de las varias aristas que ofrece la profesión que abraza. Como todo mortal, le preocupa quedarse sin trabajo. Pero no le teme. “No se sabe si sigue durante el verano el programa. Está yendo bien de rating y va bien”, afirma de Este es el show.
“No me desvela mucho, me preocupa, pero yo confío en mí, confío en lo que soy. Que sea lo que Dios quiera. El temor lo tengo, pero confío en mí”, asegura.
“Sé que puedo hacer radio porque soy locutor, sé que puedo hacer una película, puedo hacer un programa de espectáculos, puedo hacer un programa de entretenimientos, me puedo poner una máscara, hacer cámaras ocultas. No porque soy un genio sino porque lo puedo hacer y me pongo el cuchillo en los dientes y lo hice. A mí me encanta estar, me encanta aprender y llenar todos los casilleros. Hice todo”.
Con la llegada de Nicolás Repetto a la conducción del noticiero del mediodía de Telefé, Listorti cuenta que es una de sus asignaturas pendientes. “Me encantaría hacer noticiero. Me encantaría conducir un noticiero. El noticiero no es lo que era hace 10 años. Me encantaría hacerlo. Hoy te pasan espectáculos, te pasan deporte, te pasan chimentos. Si en Este es el show a veces tenemos que hablar de actualidad y de temas serios. El vivo todos los días en un canal de aire como el Trece hace que puedas hacer de todo”, afirmó.
A José María Listorti cuesta imaginarlo una noche sin estar pegado a la pantalla de ShowMatch. Pero él lo vive como parte de su trabajo y de lo que tratará al día siguiente. Aunque, reconoce que no deja de observar a la competencia.
“No estoy obligado, pero es parte de lo mío. A lo mejor no lo veo en vivo. Si tengo un compromiso lo grabo y después lo veo, pero lo veo porque es parte de mi trabajo y me gusta verlo. También veo todos los canales y lo que hace toda la competencia. Me gusta verlo y además al otro día sé que vamos a hablar de eso, es lógico. Si el día de mañana trabajo en Telefé tal vez vea lo de Telefé. Tenés que estar atento porque al otro día tenés que hablar”, comenta el humorista que, luego de la renuncia de Tinelli a sus ambiciones en la AFA, lo encuentra notoriamente más tranquilo.
“A Marcelo lo veo más relajado. Lo noto muy bien. Todo lo que hace Marcelo es hipnótico. Cuando desarmó la escenografía, con una simple cosa que en otros se cambiaría de canal, él hizo 23 puntos de rating. Todo lo que hace genera atracción. ¡Lo veo muy muy bien!”, resume el coequiper de Paula Chaves.