La historia de Ari Paluch no tiene fin

La joven denunció que el conductor le tocó la cola después del fin del noticiero cuando ella le sacó el micrófono. Ese incidente derivó en una catarata de denuncias por parte de varias ex locutoras que trabajaron con Paluch.

El escándalo es tan grande que a pesar de haber pasado el tiempo aún aparecen nuevos testimonios que dan cuenta de un mal trato por parte del conductor y varias propuestas fuera de lugar para con sus compañeras mujeres.

Esta vez quien se animó a hablar fue Eleonora Rischmüller, una locutora que trabajó con él en 2015, pero recién ahora se atrevió a relatar el calvario que le tocó vivir al lado de un hombre que para ella “tiene un maltrato generalizado hacia las mujeres”. En diálogo con Ulises Jaitt en El Show del Espectáculo, por Radio Urbana BA, la locutora recordó aquellos tormentosos dos meses y medio al lado del conductor.

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“Cuando me contrataron me sentí muy halagada porque Ari es una persona reconocida en el medio, pero ni bien firmé contrato las mismas autoridades me advirtieron que era muy probable que él me invitara a tomar un café, entonces les aclaré que mis intenciones eran netamente laborales”.

Eleonora aclaró que a ella nunca le tocó la cola, como pasó con la microfonista de A24, pero que sí tenía ciertas formas de comunicarse que la ponían nerviosa. Ella contó que era común que Paluch le tocará “un hombro”, “la cara” y “la cintura” al saludarla y eso, al parecer, la incomodaba sobremanera.

“La gota que rebasó el vaso fue cuando él me llamó frígida al leer el horóscopo y {ese fue el último día que trabajé. Salí con la decisión de renunciar y me llamaron para decirme que no fuera más”, recordó.

A la hora de reivindicarlo, fueron pocas las voces a favor, ayer quien apareció fue Mora Godoy. La bailarina lo defendió con un ejemplo más que polémico. “No me parece sexual eso. Vamos a diferenciar porque no hay ninguna denuncia de abuso. Y la realidad es que yo me lo crucé varias veces y él fue super educado conmigo. Por ejemplo, para mí, que me hagan una palmadita es normal, me doy vuelta y digo: ‘¿Qué hacés gil?’”, opinó.