Con el protagónico en el prime time de Telefe alcanzo una repercusión inusitada, que subió más aun al ser sindicado como un presunto tercero en discordia en la separación entre Siciliani y Suar. Antes del revuelo mediático, hablo con Diario Popular.

De trato afable, poca palabra pero precisa e inteligente y con una postura extremadamente sencilla y simple para un protagonista de una tira televisiva como Educando a Nina, el éxito de Telefé que asoma por su grilla cada noche a las 21:45.

Así se muestra Esteban Lamothe, muy consciente de la fragilidad de los flashes y lejos de encandilarse con ellos, ante un presente que lo ubica con cada vez más ascendente carrera.

"Estoy feliz porque es trabajo. Que a una ficción argentina le vaya bien la verdad que me pone muy contento", decía en exclusiva hace un mes atrás, en el marco de la presentación del álbum discográfico de la comedia que reúne a las disímiles hermanas Nina y Mara, cuando conversar con él era por demás relajado.

Hoy, en medio de la catarata de rumores que lo colocan como el tercero en discordia entre la separación de Griselda Siciliani, su compañera de elenco, con Adrián Suar, parece el hombre más buscado. "Griselda es un lujo. Ya había trabajado con ella en Farsantes y había sido espectacular. La verdad que es una compañera de oro", se refería en esa ocasión, poco antes de la ruptura, y quizá ahora, en medio de todo tipo de versiones especulativas, aquellas palabras cobren otro color.

Pero el actor, de perfil bajo y economía de gestos, que se destacó en numerosas películas del circuito alternativo y comercial, aprendió a manejar la popularidad y toda la tempestad que conlleva. "La popularidad me toma contento. Eso lo acepto bien. Me llevo bien con la popularidad. No pasa nada. Me la banco. La verdad es que tampoco salgo tanto, no estoy mucho en la calle, pero cuando lo hago lo que recibo es mucho afecto. Y estoy tomándomelo con mucha responsabilidad. Porque es un personaje importante, es la historia de amor. Hay que estar muy atento", describía hace pocas semanas sobre lo que recrea en la ficción de Educando a Nina en su rol de Renzo Di Caro y su pasión por el personaje que encara Siciliani, hoy en el ojo de la tormenta.

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"Uno es actor y se supone que en algún momento te puede ir bien y te volvés popular. Son consecuencias digamos. Renegar de la popularidad no me parece bien. Tampoco me parece bien sólo querer ser popular. La mayor popularidad tiene que ser consecuencia de algo que hiciste bien. No la popularidad por sí misma sin nada atrás", dejó en claro Lamothe quién se destacó en los televisivos Sos mi hombre, Farsantes y Guapas.

El suceso de la comedia romántica producida por Sebastián Ortega para Underground Producciones lo convierte, sin quererlo, en todo un galán. Aunque en este caso el mote comprenda a un tipo de barrio común y corriente.

"De galán nada. Sé perfectamente el nivel de belleza que tengo. Sé que soy galán porque me escribieron que soy galán", señaló sincero.

"Estoy contento con que me llamen así, pero en sí lo veo como un personaje. No es que sea galán. En esta novela hago de galán. Más en mi caso que no soy tan agraciado físicamente. Como todos los hombres que hay en la calle, no son todos parecidos a Brad Pitt. Son más parecidos a mí que a Brad Pitt y eso me parece que produce identificación", aseguró.

"No tengo nada de mi personaje. Componer un personaje siempre tiene el mismo nivel de dificultad. Tenga que ver con uno o no", explicó para luego celebrar los buenos lauros de Educando a Nina. "Hay tanta necesidad de la gente de reírse que respondimos a esa demanda. Veníamos de un año electoral, donde había muchos programas de política y programas que no eran comedias y la gente estaba esperando una comedia", dijo.

"Yo sabía que si a la novela le iba bien íbamos a seguir un poco más por lo cual no tomé ningún compromiso porque confiaba que a la novela le iba a ir bien. Por suerte, así fue", comentó este intérprete que tan sólo el año pasado fue la figura central de reconocidos films como El 5 de Talleres (junto a su mujer Julieta Zylberberg), Abzurdah y La Patota.

"Hice muchas películas y ojalá siga haciendo muchas películas porque me gusta mucho hacer cine. La verdad es que no sé por qué me llaman. Honestamente no lo sé pero me da mucha alegría haber hecho todas las películas que hice y ojalá pueda volver a hacer muchas más", contó el actor, antes de mencionar próximos films, pero sin decir de qué se trata.

"Ya tengo en carpeta dos películas independientes y otra comercial que todavía no puedo adelantar", reveló ponderando nuestra industria cinematográfica.

"El cine argentino está en constante evolución. Hay un montón de directores muy talentosos, de actores, de directores de fotografía, de técnicos. Me parece que sólo va a crecer", señaló el intérprete que ahora además de las preguntas sobre su trabajo tiene a los medios agazapados por las especulaciones sobre los entretelones en la separación Griselda Siciliani-Adrián Suar.

El actor que dice que no es galán y que hizo una carrera lejos de los escándalos mediáticos, hoy está en un lugar diferente. Ya había trabajado con Siciliani, quien ahora lo habría elegido de una lista de posibles candidatos para Educando a Nina. La relación entre ellos es óptima, está claro. Pero algunos ahora dijeron que son más que muy compañeros de elenco y que en la ruptura él sería el tercero en discordia. Aunque no el único, ya que también se menciona que Lali Espósito habría tenido un acercamiento íntimo con Suar, algo que la cantante y actriz -acostumbrada a estar en el tapete de los rumores- negó en forma tajante.

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