Un verdadero campeón, de esos que son recordados. Acaso poco convencional, en relación al arquetipo del carácter que suele distinguir a los boxeadores argentinos, pero quién puede dudar a esta altura del carisma de Sergio “Maravilla” Martínez.
Claro que hay actos del deportista quilmeño que dan mucha tela para cortar. Algunas livianas, como su improvisado beso a Iliana Calabró en el teatro, o un memorable stand up televisivo que sorprendió a los entonces seguidores de Duro de Domar. Sin embargo, otro aspecto acaso más serio de Maravilla hizo ruido durante este fin de semana, a partir de algunas insólitas declaraciones.
“No quiero tener hijos. Sé que es un tema delicado para la gente, pero tengo una vida tan bonita que no quiero cambiarla. Tuve una novia con un hijo que me dijo: ‘No sos buena persona porque no querés tener un hijo. No sabés lo que es el amor verdadero”, reconoció Martínez, acaso rememorando aquel relato con dolor.
“Mucha gente te crucifica por eso, pero a mí me da igual. No quiero tener hijos. Sé que es un tema delicado para la gente, pero tengo una vida tan bonita que no quiero cambiarla”, insistió convencido.
Durante los últimos años, primero en silencio y luego con un sostenido magnetismo, Maravilla se fue ganando el cariño de la gente, mérito a su carisma y a su particular estilo, consagrado en su recordada pelea contra Julio Chávez Jr., que finalmente lo viera consagrarse campeón. Hoy ya alejado del cuadrilátero, el hombre prefiere dedicarle buena parte de sus horas a la actuación (de hecho filmó una película Pistoleros, por la que debió engordar ocho kilos) y su show personal de stand up con el que recorre el país, Maravilla & Cía.
Igual, ni su “nueva” vocación afectó su parecer, aunque tampoco se olvida de su triste experiencia amorosa. “Aquella novia me tildó de egoísta. Terminé haciendo terapia pare ver qué pasaba con mi vida: ¿por qué no quiero tener hijos?rsquo;, me pregunté. Y encontré la respuesta: porque puedo elegir y elijo no tenerlos. Mucha gente te crucifica por eso, pero a mí me da igual. No quiero tener hijos porque tengo una vida que está buenísima. Si mañana quiero irme al Caribe o a Las Vegas, me voy. Todas son decisiones”, reconoció.
En tren de franquezas, el tema de su sexualidad y algunos rumores tampoco quedó afuera. “Cuando me dicen gay sólo me preocupa el dolor que le pueda causar a mi mamá. Me jode que le afecte a Susana, mi madre, que es una fenómena. A mí me gustan las mujeres”, sostuvo.