Alejada del medio y sin hacer apariciones públicas desde el verano, la querida conductora y modelo falleció ayer poniendo de luto a la farándula local. Fue un faro para otras mujeres que padecieron su enfermedad.
La conductora de televisión Patricia Miccio murió ayer a la madrugada luego de una década de pelear contra el cáncer y sus restos fueron velados e inhumados ayer a la tarde en el Jardín de Paz de la localidad de Pilar. Tristeza y pesar se vio en los rostros de los centenares de figuras del ambiente artístico que fueron a darle el último adiós tras la incansable pelea de Miccio contra un cáncer de mama que en principio logró superar, pero que luego le jugó una mala pasada con una recidiva. Volvió a aparecer de manera virulenta y, a los 56 años, la enfermedad logró vencer a quien supo ser un ejemplo de valentía para afrontarla. De ella queda un gran legado para las mujeres de cómo enfrentar con coraje y cierto optimismo una enfermedad considerada como “maldita” pero que también tiene muchos tabúes.
Quien confirmó a la prensa de la muerte de Miccio fue una de sus íntimas amigas, Teté Coustarot. En el verano pasado en Punta del Este, pudimos ver en público a la querida Patricia por última vez. La periodista y conductora inició su lucha contra un cáncer de mama que le fue detectado hace 10 años y de acuerdo a lo comentado por Coustarot, “había tenido una recaída en los últimos tiempos”. En las últimas semanas Miccio había pedido no ver a nadie salvo a sus dos hijos, Francis (24) y Axel (14) y a su pareja en los últimos seis años, Alberto “Beto” Vijnovsky.
Miccio comenzó su labor como modelo publicitaria, junto a sus contemporáneas Carmen Yazalde, Teresa Calandra y Teté Coustarot, luego se dedicó a la conducción periodística. Su gran trampolín fue cuando se hizo cargo de la conducción de Utilísima en 1990, en Telefé, ciclo que luego saltó a Canal 9 y El Trece. Luego trabajó en innumerables ciclos periodísticos hasta que en el verano pasado ella dijo basta: “No vuelvo a la tele aunque me ofrezcan el mejor de los proyectos”.
En la recaída del último mes, la conductora se refugió en su departamento del barrio de Palermo. A las sesiones de quimioterapia iba acompañada de su pareja o de alguna de sus tres hermanas. Ella no quiso festejar su cumpleaños. Unos días antes su marido, en cambio, sí sopló las velitas porque la misma Miccio le organizó una íntima reunión. Carmen Yazalde, quien además de amiga es vecina de la conductora, contó que “vi que se acercó un médico y me preocupé. Las hermanas me decían que Miccio estaba bárbara y era lógico porque ella jamás bajó los brazos”. Miccio murió en paz, aunque parezca paradójico, mientras dormía en la madrugada de ayer.