El artista tuvo una amplia trayectoria en teatro, cine, publicidad y televisión. Además, fue un difusor de la cultura judía.
Sergio Lerer, actor que trabajó en reconocidos programas como Los Simuladores, Todos contra Juan, Casados con hijos y Peor es nada, entre otros, falleció este lunes a los 76 años.
“Con profundo dolor despedimos a nuestro afiliado, el actor Sergio Lerer, quien desarrolló una amplia trayectoria en teatro, cine, publicidad y televisión. Fue un activo difusor del teatro y la música judía. Acompañamos con afecto a sus seres queridos en este difícil momento”, informó en las redes sociales la Asociación Argentina de Actores.
Nació el 24 de septiembre de 1948, fue actor, psicoanalista, profesor universitario de Psicología, cantante, traductor y docente de hebreo. Creció en el seno de una familia de raíces artísticas: su padre había sido actor en Polonia y su madre, ceramista, mientras que sus hermanas se destacaron en el canto lírico y la literatura.
Desde sus inicios, Lerer se volcó al circuito teatral en idioma idish. Comenzó actuando en el grupo filodramático del “TES”, donde protagonizó obras clásicas bajo la dirección de Samuel Rollansky.
Luego obtuvo reconocimiento dentro de la escena local por su papel en la obra Es difícil ser judío. Durante cuatro años fue partenaire del humorista Norman Erlich en sus espectáculos, y coprotagonizó la obra Draculovich, el vampiro que faltaba. Entre las piezas teatrales en las que participó se cuentan La familia, Jasie la huérfana, Había una vez una aldea, entre otras.
Combinó su faceta de actor con la de cantante, ofreciendo números musicales en idish dentro de espectáculos de café-concert, stand up y eventos culturales de la comunidad judía.
Su trabajo en televisión incluye participaciones en ficciones como Los Simuladores, Todos contra Juan, Casados con hijos, Peor es nada, Luces y sombras. Además, realizó más de 70 publicidades.
En cine, participó en decenas de películas, entre ellas El amor en una mujer gorda, En el nombre del hijo, Aporía, Naked Tango, El censor, El Che, Morir en San Hilario, La suerte está echada, Lucky Luke, Hijo del río, Siete años en el Tíbet y Evita, de Alan Parker.
En su perfil en la red social X (antes Tiwtter) Sergio se describía como: "Psicoanalista, actor y profesor universitario. Peronista de cuerpo y alma". Además, expresaba: "Me divierte ir a los cafés a estudiar y militar en el Asociación Argentina de Actores".
Lerer también fue cantante, traductor y docente de hebreo, y había heredado el amor por el arte de su padre, quien había sido actor en Polonia. Su madre, por su parte, era ceramista.
En 2020, mientras atravesaba la pandemia, Lerer hizo una entrevista para la web Nueva Sión, de la comunidad judía argentina, y señaló: “Tengo la suerte de que puedo hacer lo que quiero. Me avivé de chico, en la adolescencia descubrí la felicidad de ganarme los mangos en lo que me gusta: psicoanalizando, actuando, enseñando, traduciendo”.
“Aunque soy afinado no tengo una gran voz, pero me gusta mucho cantar y en ídish me le animo a cualquiera. Traduje entre sesenta y setenta canciones, tengo el alma en ídish”, reconoció en otra parte de la nota.
También habló sobre su pasado y recordó: “Viví años en el bar La Paz, era un vago, un atorrante que entraba a las 8 y salía a la madrugada. Esa fue una escuela de vida donde conocí a mis amigos (el escritor) Quique Fogwill, (el psicoanalista y escritor) Germán García y (el sociólogo) Eduardo Grüner. De los primeros fui asesor en cultura judía, formé parte de Descartes, que Germán con intención, pensando en la APA (la Asociación Psicoanalítica Argentina) no pronunciaba decar sino descartes".
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