Carolina Pampita Ardohain vivió este viernes un momento de mucha emoción por la inauguración de una plaza en homenaje a su hija Blanca Vicuña Ardohain, quien falleció el 9 de septiembre de 2012, y el próximo 15 de mayo cumpliría 17 años.
Durante la ceremonia, la modelo y conductora destacó la importancia de vivir el día a día con alegría, transmitiendo un mensaje de esperanza y amor a los chicos. En el final del evento, se llevó a cabo una suelta de globos en conmemoración del cumpleaños de Blanca, una tradición que se ha realizado en ocasiones anteriores.
Pampita estuvo acompañada, entre muchos otros, por su actual marido, Roberto García Moritán, Ana, la hija de ambos, y sus otros tres hijos y hermanos de Blanca: Beltrán, Benicio y Bautista Vicuña, además de Barby Franco con su beba,0 Sarah Burlando.
La plaza está ubicada en un hogar de Don Torcuato, partido de Tigre, donde los chicos podrán disfrutar de momentos de alegría y diversión en lo que su familia entiende que será el mejor homenaje a Blanca.
La frase "Blanca, con tu luz aquí jugamos" se destaca en la plaza de juegos como un recordatorio del impacto positivo que la pequeña tuvo en la vida de muchos niños. Pampita reveló que esta es la misma frase que se deja grabada en todas y cada una las plazas que ha donado, ya que representa el deseo de que los nenes disfruten y se diviertan en esos espacios.
Benjamín Vicuña presentó su libro “Blanca, la niña que quería volar” y habló sobre cómo vivió el duelo, a diez años de la muerte de su hija Blanca, fruto de su relación con Pampita Ardohaín.
“Mi Blanca hermosa, me vuelve a la mente tu dibujo volando con alas y los corazones que iluminan. ¿Qué quisiste decir? ¿Acaso sabías que te irías? ¡Cómo no lo supe! Te hubiese besado y retenido entre mis brazos sin soltarte, desafiando hasta a Dios si hubiese sido necesario”, fueron las palabras de Carolina.
“No sé cómo haré mañana para salir de la cama, ni sé cómo lo logré esta semana, cómo converso con la gente y cómo cuido a Beltrán”, agregó Pampita, que tenía que dedicarse de lleno al cuidado de Beltrán, que por ese entonces tenía sólo tres meses.
“Las fotos de ella me matan, pero también me encantan. Las que tengo en el teléfono las miro todo el tiempo... Estaba tan grande y hermosa. El último tiempo no paraba de admirar esa belleza en la que se estaba convirtiendo. ¡Se lo dije tanto en el viaje a México! Y también en la clínica los primeros días”.
Sobre su visita al cementerio, la modelo escribió: “Leí su nombre escrito una y otra vez: Blanca Vicuña Ardohain. Tardé un rato en reaccionar y empezar a llorar, pero cuando empecé fue como explotar por dentro”.