L a promoción de esta semana de la tira Esperanza Mía (El Trece, a las 21 horas) arranca con la frase: "Esperanza (Lali Espósito) no puede contener lo que siente por el padre Tomás (Mariano Martínez).
Cualquier similitud con la realidad no es pura coincidencia, pues a los protagonistas de la ficción se les hacer cada vez más difícil ocultar lo que sienten el uno por el otro. Otra prueba se vio el fin de semana pasado en un show de Esperanza Mía en Córdoba.
Un fan publicó en twitter un video registrando el momento exacto en el que se cerraba el telón y justo cuando creían que nadie los vería Lali besó a Martínez. Los supuestos novios calcularon mal y cuando apenas faltaba un milímetro para que se cierre se alcanzó a ver el pico, cuando no estaba pautado en el show.
A todas las luces a los dos se les hace imposible disimular el amor que se tienen. Ayer en las redes sociales, el galán escribió un más que sugestivo tuit: "¡La vida te enseña que hay que seguir la primera corazonada siempre!".
Así, al desnudo, la frase dice mucho frente a los comentarios incesantes que refieren a que desde hace dos meses los dos pasaron la línea de la ficción.
Uno de los mensajes de un fan dio en el clavo: "Perdón, pero todo mi ser grita MARIALI. Tu corazonada mide 1,54 centímetros, es morocha, chispita, diosa, talentosísima y le dicen Lali. Sí, sí, sí, seguila. El corazón nunca se equivoca".
Hoy se podría afirmar que salvo ellos, ya todos saben que entre ellos el amor está a flor de piel. Lali y el galán creen que disimulan, pero en verdad nadie les cree y ellos en lugar de tapar pistas, las dejan al desnudo.
Todo indica, que tanto Lali y Martínez no saben cómo y cuándo blanquear el romance que ya tiene dos meses. Para ello, Martínez se separó por segunda vez de la madre de sus dos (Milo y Olivia), la modelo, Juliana Giambroni.
Lali, por su parte, hizo lo suyo con quien fuera su gran amor durante cinco años, el actor Benjamín Amadeo. En verdad, éste último en julio pasado fue quien pasó negro sobre blanco su estado sentimental al confirmar la ruptura.
Desde entonces, las versiones de un nuevo amor que surge de la ficción crecen con más fuerza. Luego siguieron los besos apasionados sobre el escenario del show Esperanza Mía, el acompañamiento de Lali al galán al jardín de infantes de la hija mayor de éste y ahora... ahora un beso pescado in fraganti. Sólo falta confirmar el amor.
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