
María Eugenia Ritó todavía no puede cerrar de manera definitiva el divorcio con su ex pareja Marcelo Salinas y señaló que acaba de iniciar un juicio por "simulación y fraude".También atendió otro frente de tormenta. Sucede que la habrían echado de la clínica donde la vedette lleva adelante su tratamiento de adicción a las drogas, dado que no podía cumplir con tratamiento y tenía supuestas recaídas recurrentes. Sin embargo Ritó contó que ya no va más porque le dieron "el alta administrativa".
Ritó necesitó salir a aclarar que si bien la sentencia de divorcio se acordó con su ex esposo, se llegó a una determinación solo por la cuota alimentaria, pero había quedado en suspenso la división de bienes en común.
"No quiero que se confundan las cosas. Estoy divorciada, pero el tema de los bienes no se resolvió. Mi abogada (Ana Rosenfeld) presentó unos papeles que gracias a Dios tenía en casa...Eso podría demostrar muchas cosas".
En materia laboral, Ritó disfruta de su intervención en el programa de Marcelo Tinelli y lo haría en contra de los consejos de sus médicos. Todo indica que la relación médico- paciente llegó a un cortocircuito por el modo de encarar el tratamiento de la clínica, donde habrían preferido desafectarla.
Ayer Ritó en los medios salió al cruce de la información que arrojó Chiche Gelblung en su programa Hola Chiche de Radio 10. "A mí me dieron el alta administrativa. A mí no me echaron. Mi tratamiento llegó a su fin", dijo Eugenia de modo tajante.
Dos meses atrás en el programa Desayuno Americano (América) mostraron una grabación con imágenes en las que Ritó no sale para nada favorecida. Desde entonces, se comenzó a hablar de una recaída en el marco de su lucha por limpiarse de las drogas.