Y un día Rocío dijo basta. La ex pareja de Diego Maradona decidió romper el silencio, ya no ser la "mujer de" y marcar el terreno. Es que después de la carta documento por desalojo, de su internación por un pico de estrés, ahora llegó el momento de defenderse y ayer en Infama lo hizo con todo.
Lo primero que dijo fue que recibió la orden de desalojo pero su respuesta fue terminante: "Me voy a ir de la casa pero no mañana, ni en diez días, ni en veinte. Me voy a ir cuando consiga un lugar donde vivir. Tengo un hermanito de siete años y no voy a quedarme en la calle porque a Diego ahora se le ocurre que tengo que salir. El arregló con mi mamá, le dijo que su idea era que se quede a vivir en la casa sin problemas. Es más, le dijo que no quería mezclar las cosas, que tal vez nuestra relación no iba pero que con ella no quería tener problemas. Por eso ahora se la va a tener que bancar, le guste o no", desafío. Rocío contó que la sorprendió la intimación de Diego, sobre todo porque en los últimos días la relación entre ellos era cordial, tanto que el Diez le había confesado su amor.
"El lunes por la noche hablé con Diego, fue por chat. Ahí me dijo que no sabía que tenía 10 días para irme de la casa. Yo sigo enamorada de él, como también creo que Diego está enamorado de mí. Al menos fue lo que me dijo el lunes", contó. Pero enseguida dejó en claro que la posibilidad de una vuelta está muy lejana: "Pasaron tantas cosas, tendríamos que aclarar tantas cosas que hoy veo imposible volver. Para mí la relación está terminada, hoy siento que estoy segura, que todo se terminó. En la vida todo tiene un límite y él lo pasó. El otro día hasta se metió con lo de mi papá y eso no tiene nada que ver", dijo.
Rocío se emocionó cuando recordó ese episodio que la marcó para siempre. Su padre Juan falleció cuando Oliva sólo tenía 12 años luego de recibir dos disparos en la espalda, mientras celebraba el cumpleaños de una prima. "A Diego le mandé una foto antes de salir, iba a un cumpleaños, como siempre me decía que yo salía y eran mentiras, esa noche le dije: 'Sí, salgo, mirá'.
El la vio y me dijo: 'Tenes los genes de tu papá. A un cumpleaños no se va armada'. Eso fue muy doloroso", contó. Según Oliva la relación comenzó a romperse apenas terminó el compromiso en Roma y mucho tuvo que ver Alejo Clérici, uno de los mejores amigos del Diez. "Cuando nos volvimos de Roma Diego metió en la casa a esta persona. Yo quería intimidad, recién nos habíamos comprometido. Se lo dije una vez, dos y después no quise pelear más. El eligió vivir con esa persona", contó.
En ese momento decidieron tomarse un impasse aunque según sus dichos nunca imaginó que todo iba a terminar y menos verse envuelta en una acusación por robo. "No me llegó ninguna notificación de denuncia, pero cuando escuché en los medios que se hablaba de eso, le pregunté qué hacer a mi abogado. Entonces me aconsejó que junte pruebas a mi favor. Entonces tomé recaudos, grabé conversaciones donde tanto Diego como su gente dicen que yo no les robé nada. Ojo, no es para extorsionar, sino para cubrirme", admitió.
Rocío decidió caminar sola, salir de la sombra de Diego y plantarse ante los ataques del Diez. "Ya no me voy a callar. Me trataron de chorra y eso no lo voy a permitir. Ahora cada vez que digan algo que no es cierto, me van a tener que escuchar", dijo. Al Diez le apareció alguien que le presentó batalla. Habrá que ver cómo termina la historia.