Pero apenas pisó suelo argentino comenzaron los problemas para ella. Desde Intrusos, Marina Calabró alimentó la idea de una pelea entre ella y Diego que supuestamente se había dado porque el Diez había conseguido una nueva compañía. Pero tal como lo dijo el propio Diego en Diario Popular nada de eso era cierto. Una vez más Rocío era víctima de una mala información, una nueva noticia de "crisis" con el Diez hicieron que la bronca le ganase a la tranquilidad.
Cuando la consultaron por esa crisis, Rocío hizo referencia a Calabró y se preguntó irónicamente "cuál era el objetivo de ella: ser panelista o bailarina de bailanta". Esto fue tomado como un mensaje discriminatorio para la movida tropical que, alimentado por el medio, comenzó una campaña en contra de Rocío que terminó el martes con una "choriceada" enfrente de la casa de su familia. Demasiado castigo para una frase que, lejos de ser discriminadora, apuntaba solamente a un duelo picante con Marina.
DIARIO POPULAR habló con Rocío quien si bien no quiere seguir con esta polémica lo único que quiso es aclarar por este medio su postura y el verdadero motivo de su frase: "Jamás quise hablar mal de la bailanta, mucho menos de la cumbia. A mí me encanta la música y mucho más la cumbia. La escucho en el auto, en las fiestas, me encanta bailarla y lejos está en mí hablar mal de la movida tropical", comentó en exclusiva.
Si bien Rocío suele no sentirse afectada por las diferentes polémicas en su entorno, esta vez sí le pegó. Y mucho. Según fuentes cercanas a la pareja de Diego, ella sintió por primera vez el castigo desmedido por parte del medio. Sobre todo porque quienes más lo sufrieron fueron sus familiares. La casa donde hicieron la "choriceada" no es donde vive Rocío. Ella está alojada en un departamento en Capital donde vive sola y en esa casa estaba su madre, abuela y hermano. Su hermano fue quien le avisó de la movida en la puerta de la casa y casi llorando le dijo si quería que saliera a defenderla. De haber estado en la casa todo se hubiera terminado de la mejor manera.
Según dijo Rocío la idea de ella era salir, hablar con Rosita (el personaje de Pasión de Sábado que lideraba la choriceada) y terminar de buena forma esta polémica sin sentido. Pero Oliva no estaba en la casa y poco pudo hacer al respecto. Su abuela fue quien también más sufrió las consecuencias. "Ella es grande y no entiende el juego del medio. Yo sufro mucho por ella porque es difícil prender la TV y ver que me están acusando de discriminar, de hablar mal de alguien y castigarme con todo", dice Rocío.
Las diferencias de Rocío son claramente con Marina. Es un tema que en algún momento resolverán cara a cara pero que ahora le pasó facturas de las que no pensaba tener que rendir cuentas. "Yo quiero que quede claro que mi intención no fue discriminar a nadie. Respeto y me encanta la cumbia y la movida tropical. Les digo a ellos que no tengo ningún problema, que escucho su música y que mi comentario no fue despectivo, sino que fue una pregunta", dice Rocío.
Una vez más la pareja de Diego es blanco de todas las críticas y cuestionamientos. En su intimidad siente que están siendo demasiado duros con ella y todo por su relación con el Diez. La misma que tantas veces quisieron destruir pero que sigue adelante contra todo y todos. El tiempo es el único que pondrá las cosas en su lugar y cerrará las heridas...