En una noche llena de inconvenientes con su vestuario y los juegos -en vivo- Susana Giménez atravesó otra noche de domingo que, sin dudas, querrá olvidar.
Susana Giménez vivió otra noche para olvidar el pasado domingo 10 de noviembre, en un programa con numerosos reclamos a su producción por los problemas con los juegos y varios inconvenientes con su vestuario, desde un gancho rebelde de su vestido rosa, hasta sus zapatos de plataforma, con los que le resultaba imposible caminar.
Ya desde el comienzo del programa, la conductora manifestó abiertamente los inconvenientes que le generaban las plataformas de sus calzados, que la imposibilitaban moverse con comodidad e incluso, mantener el equilibrio.
En el comienzo del juego "Mi pareja puede", cuando Susana Giménez leía el PNT (Publicidad no Tradicional) de auspicio donde se prometía prometía al ganador de la competencia un premio de cinco millones de pesos y una estadía en un “all inclusive” en la Riviera Maya. Pero, la mención del destino turístico, significó fue el primer roce de la noche ya que la notó un error en el cartel y lo hizo saber a viva voz “Me escribieron mal Riviera, ahí dice Rivera’” y subrayó el error subrayando la “i” en su pronunciación “Es ‘Riviiiiera”, dijo la diva.
Luego, mientas hacía la introducción de las parejas que participarían del juego el broche de metal de su vestido cayó al piso -y ante el inconveniente con sus zapatos- no dudó en pedirle ayuda a El Polaco, que recogió el accesorio mientras le lanzaba el cumplido “Estás hermosa” a lo que ella respondió con una risa “Hoy me voy a desarmar de a poco”.
Pero su vesturario le traía cada vez más problemas, por lo que lanzó en un reclamo a su producción “¿Podés ponerme otros zapatos? No quiero caerme. Son muy altos y yo dije ‘no es nada’ cuando me los pusieron”.
Tras esa situación, el programa sufrió otro contratiempo que incomodó , mientras que estos se encontraban participando de uno de los jueves.
Durante uno de los juegos que formaban parte de "Mi pareja puede" la conductora volvió a mostrar su molestia ante los inconvenientes que tenían El Polaco y Barby Silenzi. “¿Se te salió la canasta? ¡Pero qué porquería! ¡Ay, por favor! ¿Qué pasa?” exclamaba Susana Giménez, mientras recomendaba “probar todo antes” de comenzar el programa.
Pero la situación fue creciendo, y su molestia también “¡Eso se va a caer siempre! ¿Pero qué es esa porquería que armaron? ¡Veinticinco (aciertos) tiene que hacer! ¿No hay un martillo y dos clavos? Era una vergüenza nacional ese juego, espera que termine el programa y se va a armar”.
El programa -en vivo- se transformó en algo inviable ante tanta precariedad e improvisación, siendo Nazareno Móttola el único que puso -nuevamente- el cuerpo para que el programa no desbarrancara.
De poco sirvió la entrevista con el Kun Agüero, junto a Sofía Calzetti, que presentaron a Olivia -la primera hija de la pareja, y con Benjamín, fruto de su relación con Giannina Maradona.
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