El 29 de octubre de 1978, el Cervecero de José Yudica le sacó de las manos el título al Boca de Lorenzo y obtuvo su única estrella en Primera; ese día más de 20 mil hinchas dejaron la ciudad sureña para copar el Gigante de Arroyito en un hecho memorable

El día que el Cervecero le sacó el título de las manos a Boca... Todo Quilmes sabía que estaba ante su oportunidad histórica. Una chance que no podía dejar pasar para inscribir su nombre en un sitial de privilegio en el fútbol argentino. Y así lo entendieron sus hinchas que en forma masiva se trasladaron, como una marea humana, hasta la ciudad de Rosario, con banderas, gorros, vinchas y, por supuesto, los papelitos, como anticipando la fiesta que estaba por llegar.

El comienzo no fue del todo bueno, ya que en el partido de Tercera goleó Rosario Central; pero a los simpatizantes sólo le interesaban los 90 minutos finales, los últimos de 40 inagotables fechas. La tensión iba creciendo y las presiones psicológicas también. El encuentro arrancó con 15 minutos de retraso para que se jugara al mismo tiempo que en la Bombonera, donde Boca tenía todavía alguna ilusión ante Newell’s.

Los primeros instantes fueron de nerviosismo, como si a los jugadores de la región les pesara la presión ante un rival tranquilo, dispuesto a borrar las versiones sobre una supuesta pasividad. Y esa sensación se trasladó a la tribuna, donde la fiesta de la previa se transformó en silencio. En muchos se apoderó la idea que el destino podía cambiar.

Quilmes dio la vuelta en el Gigante de Arroyito
Quilmes dio la vuelta en el Gigante de Arroyito

El final del primer tiempo arrojó las emociones iniciales: el penal que Luis Andreuchi transformó en gol para alegría de toda su gente, una felicidad que volvió a transformarse en dudas cuando 5 minutos después empató Guillermo Trama.

Angustia

Para el complemento Quilmes salió primero, dispuesto a jugarse a todo o nada, pero aquellos temores se acrecentaron cuando a los dos minutos Félix Orte anotó el segundo del Canalla. Más que un baldazo, fue un mar de agua fría, los temores renacieron, los nubarrones se multiplicaron, la frustración estaba a un paso.

Pero la angustia duró poco. Enseguida llegó el empate, otra vez Andreuchi, otra vez de penal. Y cuatro minutos después, el momento sublime, el mas esperado, el zapatazo de Jorge Gáspari que fue inalcanzable para Ricardo Ferrero y que quedó grabado en los hinchas cerveceros para toda la vida. Era el 3 a 2, era la consagración. Ya no importaba que Boca venciera a Newell’s. El modesto Quilmes estaba entrando en la historia y nada ni nada menos que relegando al Xeneize de Juan Carlos Lorenzo -que venía de ser campeón Intercontinenal y de la Libertadores- al segundo lugar.

quilmes.jpg

Después, todo fue nervios, mirar el reloj y rezar, hasta que Ithurralde marcó el final. Allí llegó el desahogo, la fiesta, la alegría contenida. El Decano lograba su primer título profesional tras una campaña inolvidable

Una caravana única e irrepetible

El aluvión que acompañó a Quilmes al partido decisivo en Rosario ante Central fue inconmensurable. Se viajó de todas las maneras imaginables: se agotaron los pasajes en colectivos de línea regular, pasajes en tren, vuelos en avión y hasta unos 20 internos de la línea 22 llevaron gente hasta el Gigante de Arroyito, además de los micros que despachó el club.

La imagen se vislumbró en la tribuna cabecera de la calle Génova que quedó oculta con la gran cantidad de papelitos que arrojaron los miles de hinchas quilmeños que hasta allí llegaron, en muchos casos compuestos por familias enteras.

Quilmes Campeón Metropolitano 1978
Quilmes Campeón Metropolitano 1978

Y si el viaje de ida había sido emotivo, el regreso, con el título conquistado, fue mucho más. La caravana fue saludada por gente de los distintos pueblos que salían a gritar por la conquista; los puentes en la Panamericana se atestaban de hinchas con banderas argentinas.

El camino final, desde Avellaneda hasta el estadio fue abierto por patrulleros de la Policía. Cerca de las 2 de la mañana, del lunes 30 de octubre, los jugadores llegaron al vestuario de Guido y Sarmiento y luego intentaron dar la vuelta olímpica para los simpatizantes que no habían podido llegar a Rosario. Concluía, sin dudas, la jornada mas gloriosa en la historia de Quilmes.

El Cervecero y su título del Metropolitano 1978
El Cervecero y su título del Metropolitano 1978

Contacto

Registro ISSN - Propiedad Intelectual: Nº: RL-2025-11499155-APN-DNDA#MJ - Domicilio Legal: Intendente Beguiristain 146 - Sarandí (1872) - Buenos Aires - Argentina Teléfono/Fax: (+5411) 4204-3161/9513 - [email protected]

Edición Nro. 15739

 

Dirección

Propietario: Man Press S.A. - Director: Francisco Nicolás Fascetto © 2017 Copyright Diario Popular - Todos los derechos reservados