Con la pelota parada en casi todo el mundo y sin vistas de reanudación, el fútbol argentino moldea su versión para cuando reanude la competencia. Los promedios, los descensos y la cantidad de equipos en Primera, son el eje de la discusión.

Sin fecha posible de reanudación para el fútbol global, la Argentina tampoco tiene una tentativa marcada en el calendario. Ninguna categoría tiene una pista porque, tal cual lo aseguran los dirigentes consultados, no será la AFA quien disponga la vuelta del fútbol. “Será el Gobierno quien lo permita”, dicen –en más o menos las mismas palabras- los presidentes de clubes consultados.

¿Por qué lo dicen? Por lo que circula en sus propios chats y lo discutido en las videoconferencias realizadas. Gobierno y AFA tienen una agenda alineada e interlocutores que manejan los mismos códigos y de ambos lados quieren preservar la sintonía. Lo qué si está al alcance de la dirigencia es determinar cómo seguirán los torneos. O cómo se interrumpirán.

El consenso –al menos informal-, es que después de la cuarentena, los torneos sean anuales. Los desajustes en el calendario mundial –Copa América, Eliminatorias, Juegos Olímpicos y hasta la Copa del Mundo en duda- terminen licuando el torneo residual organizado por la Superliga –la Copa- y restringiendo la competencia a una liguilla para la clasificación a las Libertadores y Sudamericanas previstas para el año próximo.

El consenso se acaba cuando se charlan las maneras, ya que existe oposición a la idea que varios presidentes hacen circular. Porque al declarar desierta la Copa de la Superliga y reemplazarla por una liguilla hay un detalle que crispa a varios: que se anulen los descensos y no los ascensos.

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Esta postura –la que niega el presidente Claudio Tapia y que su propio entorno fogonea- implica que en lugar de achicarse el cupo de equipos de Primera, crezca. Por eso, en los próximos días la batalla será crucial: la idea es llegar a la asamblea de mayo –que será virtual- con el acuerdo cerrado.

El punto de negociación es que se anulen los descensos esta temporada, pero también los ascensos. Claro que aquí el punto es la presión de todas las categorías de Ascenso, que tienen claro su interés por mejorar la categoría y no se hacen tanto problema por los cambios en los reglamentos a medida que avanza el torneo en curso.

Hoy, en cuarentena y en el terreno de la virtualidad, los dirigentes se debaten si la Liga Profesional que reemplazará a la Superliga tendrá una meta de 30 equipos o de 20, cómo argumentaban antes de la pandemia. Y en cada negociación se abren oportunidades: el sistema de promedios para definir los descensos, puede ser la primera víctima del coronavirus en el fútbol.

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