Lucas Alario que hace poco tiempo transitaba las amarguras de pelear por el descenso con Colón, ahora observa cómo su nombre rebota en los medios internacionales que dan cuenta y anticipan las movidas del mercados de pases poderosos del fútbol europeo.
Desde Europa dieron cuenta en la últimas horas que el Paris Saint Germain, donde juegan los argentinos Angel Di María y Javier Pastore, lo puso en carpeta para fin de año y ya hubo contactos extraoficiales con River, que se suman a los del Nápoli italiano, donde hasta hace seis meses brillaba a puro grito de gol otro jugador de la selección argentina: el Pipita Gonzalo Higuaín.
El tiempo dirá si este interés del equipo francés se hace visible en el verano, donde seguramente y contra todos los deseos de Gallardo y la dirigencia, es factible que Alario se vaya. Ya estaban todos en sobre aviso de lo que se venía cuando hace unos meses el Inter de Milán mostró interés por él. Javier Zanetti, vicepresidente de la institución italiana, reconoció que el goleador es de su gusto. Y luego Bauza lo llamó a la selección y dijo que Alario era el futuro argentino.
Lo cierto es que desde que llegó a Núñez y acabó siendo titular en una seminal de Libertadores con grito incluido, Lucas Alario se convirtió en un jugador imprescindible para el entrenador Marcelo Gallardo. Sus estadísticas confirman que siempre estuvo cuando el equipo más lo necesitaba y respondió en partidos inolvidables. Las cifras estadísticas de su presente en el Millonario son sumamente positiva: suma 23 gritos en 46 partidos oficiales. Por eso no fue casual la movida de la dirigencia, que hace un mes le renovó contrato hasta el 30 de junio de 2020 y se elevó su cláusula de rescisión a 18 millones de euros.
Alario se encuentra en la convocatoria de la selección nacional, se sumará al plantel de River el miércoles y será titular frente a Patronato tal como sucedió en los 10 partidos oficiales del equipo de Gallardo en este semestre.
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