Hernán Lewin, presidente de Temperley, está analizando seriamente la posibilidad de dejar su cargo luego de recibir un apriete de la barra brava. Ante este escenario, piensa seriamente en renunciar: "No estamos dispuestos a acceder a los pedidos de unos violentos que se suben a un alambrado porque no les dan lo que quieren". La decisión la tomará esta semana.
Si bien no quiso profundizar sobre ese pedido, la agencia de noticias NA indicó que los barras le solicitaron un número fijo de entradas por partido, un dinero por mes y el manejo del buffet de la institución. A partir de la negativa de Lewin, varios barras del Celeste se treparon al alambrado durante el primer tiempo del choque ante Independiente y obligaron a Darío Herrera, el árbitro, a detener el partido durante varios minutos.
"Esta semana tendré una serie de reuniones y definiremos la situación. Prefiero dar un paso al costado, no me gusta vivir un partido como el otro día, con diez hinchas insultándome detrás de un alambrado. Mi decisión es no quedarme a pelear, no soy como Cantero que se quedó a pelearla", señaló en diálogo con TyC Sports.
En cuanto a su gestión, remarcó que esta Comisión Directiva que él encabeza "logró tener un club ordenado, llevarlo a Primera División y no deberle un peso a nadie". "No estoy preparado para esto, tengo una vida y una familia. No me encuentro dispuesto a convivir con la barra. Sé que el próximo partido de local, ante Olimpo, seguro haya nuevos incidentes", graficó.
comentar