Para la Selección argentina, una caída inesperada, dejó un escenario preocupante. Sin Messi, hubo otra pálida actuación, que derivó en una hiriente derrota frente a Paraguay, por el gol de Derlis González, de contraataque. Encima, Villar, la figura de la noche, desvió un penal ejecutado por Agüero. Y el resultado dejó al elenco albiceleste en zona de Repechaje, a sólo un punto de distancia de los guaraníes.
De entrada, al equipo de Bauza le costó disimular sus problemas de funcionamiento, porque sin Messi, ausente nuevamente por lesión, la Selección Argentina no encuentra quien sea el referente, para apuntalar el juego asociado, entre los volantes y los delanteros, algo que quedó al desnudo, especialmente, por la presión que hizo Paraguay, quien pobló de hombres el mediocampo, para no dejar que Banega, reemplazante de Kranevitter, en relación al empate de la fecha anterior con Perú, pudiera tener un primer pase preciso y profundo, para encontrar en buena posición a Agüero o Higuaín.
La primera luz de alarma llegó a partir de una acción de pelota parada. Porque tras un centro de Oscar Romero desde la izquierda, se perdieron la marcas en el área y Gustavo Gómez estuvo cerca de marcar, pero no le dio de lleno a su cabezazo. Y después, Argentina contestó tímidamente con un remate de Angel Di María desde afuera, tras una buena presión en ataque.
Pero los problemas colectivos de la Selección Argentina quedaron expuestos en un contraataque letal de Paraguay. La perdió Di María, Mascherano no pudo cortar en el campo rival, y después, Musacchio llegó tarde al primer anticipo, Rojo se había ido de viaje, y Derlis González pudo correr solito, para definir con un derechazo potente cuando llegó a los dominios de Romero, para sorprender con el uno a cero.
Con el resultado adverso y la evidente falta de conexión entre las líneas, Argentina recurrió a su entusiasmo para empezar a arrimar peligro sobre el arco de Villar, con más insistencia que claridad. Así, apareció un espacio por izquierda y Di María sacó el zurdazo bajo que sacudió el poste y después, apareció Marcos Rojo por sorpresa, pero resolvió apurado y mandó la pelota por arriba del travesaño. Pero atrás, los líos no se detenían, y cada contraataque generaba preocupación, como cuando Derlis González la manejó por derecha y Oscar Romero apareció solo por el otro lado, para probar los reflejos del arquero argentino.
En el complemento, Bauza rotó a los extremos (Di María fue a la derecha y Gaitán a la izquierda) y el destino pareció entregarle un guiño, a partir de la sanción de un penal por una mano de Da Silva, tras un cabezazo de Higuaín, pero Villar le ganó el duelo a Agüero, que remató sin convicción. Encima, en la acción siguiente, el Kun se filtró entre tres rivales, apuntó al primer palo y el arquero le ahogó el grito. Y con Dybala en el terreno de juego, el panorama no cambió demasiado, Argentina siguió buscando, a los ponchazos, sin negociar el entusiasmo y así tuvo un par de situaciones, que entre Higuaín y Di María no pudieron resolver, y la derrota dejó heridas que sólo el regreso de Messi puede cicatrizar.
comentar