Pese a contar con Lionel Messi desde el arranque, el Barcelona sólo pudo conseguir un punto en su visita a la Roma por la primera fecha de la Champions League. Ambos goles fueron marcados en el primer tiempo, Luis Suárez para el Barça y Alessandro Florenzi para la Roma.
Recién se cumplían los primeros veinte minutos de partido y un avance de Iván Rakitic terminó en un centro "a la olla" que el uruguayo Luis Suárez cabeceó directo a gol. Mientras los blugranas festejaban los jugadores de la Roma exigían, en vano, que el árbitro anulara el tanto ya que durante la acción ofensiva Messi empujó a un rival.
Envalentonados por el gol el Barcelona empezó a desplegar todo su arsenal ofensivo, y cuando parecía que llegaba el segundo tanto un zapatazo de Alessandro Florenzi puso el empate definitivo.
Luego de la igualdad la pelota pasó a ser dominada hasta el final del partido por los catalanes, pero ni Messi jugando en posición de enganche, ni las corridas incansables de Rakitic, ni el bailoteo de Neymar pudieron quebrar el arco defendido por el polaco Woiciech Szczesny.
A priori el empate no le servía a ninguno de los dos equipos, luego de jugado el encuentro la Roma se llevó el premio de haberle jugado de igual a igual a los últimos campeones.
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