Las dudas de Boca quedaron rápidamente atrás con una victoria importante, de esas que valen doble por la dificultad del rival y por la condición de visitante. Fue un 2 a 0 terminante ante un Banfield que lo complicó mucho en el primer tiempo, pero al que superó claramente en el complemento. Y para lograr ese objetivo contó con la presencia de un goleador implacable, Darío Benedetto, quien respondió a la confianza que le dio el técnico, más allá de que la mayoría del pueblo xeneize clamaba por una oportunidad para Walter Bou.
El “Pipa” se mostró participativo, con mucha movilidad, pero fundamentalmente cumpliendo a la perfección su rol de Nueve de área, definiendo con oportunismo, abajo del arco, en dos jugadas casi calcadas. En el primero, aprovechando una gran jugada con centro atrás de Fabra, desde la izquierda. Y en el segundo, luego de un buen pase cruzado del otro colombiano, Barrios, desde la derecha. Contundente, infalible, fue la clave del triunfo de Boca, llevándose de manera justa el papel de figura de la noche, al que no afectó ni siquiera su rápida salida por una contractura.
En pocas palabras, Benedetto le terminó dando la razón al Mellizo, tal vez no tanto en el balance general de su juego sino por la tremenda efectividad demostrada en el corto lapso que lleva en Boca.
Sus 11 goles en 15 partidos oficiales (contando torneo, Copa Argentina y Libertadores), le dan un promedio de 0,73 por encuentro; pero lo más notorio es su producción en el certamen doméstico, con 9 anotaciones en 10 partidos jugados, es decir una marca fantástica de 0,90 por cotejo, ocupando el segundo puesto en la lista de goleadores, sólo superado por Sebastián Driussi.
En su duelo personal con Walter Bou, muy parejo desde la efectividad, Benedetto saca ventaja por su versatilidad, ya que es un delantero con gol, pero además cuenta con técnica para el traslado de la pelota, lo que le permite tirarse unos metros atrás y arrancar casi como un media punta. De buen cabezazo, oportuno en el área, dispone también de un remate formidable de media distancia, el que le permitió hacer uno de los mejores goles del torneo, frente a Quilmes.
Todo esto fue tenido en cuenta por Guillermo Barros Schelotto, quien decidió respaldar al ex Arsenal, dejando de lado la racha increíble de Bou, que convirtió en casi todos los amistosos del verano.
“Benedetto es un jugador excelente, con mucha experiencia, que viene de jugar en un club importante como América de México. Por eso me decidí por él, aunque Walter (Bou) está entrando y convirtiendo. Es algo que me da mucha tranquilidad, el puesto está muy bien cubierto”, dijo el Mellizo.
Razones no le faltan al entrenador, que se siente confiado en el poder de fuego de su equipo, más allá de las falencias defensivas que siguen estando presentes. Y en esa apuesta de buscar el arco contrario, Benedetto se ganó el puesto de delantero de área a fuerza de goles. Ahora dependerá de su regularidad y de ese “karma” que sufre habitualmente con las lesiones.