Casco, la sorpresa de la Selección que puede favorecer a River

Otros puntos a favor del ex Newell’s son que con Gallardo jugó en las dos bandas y que es un jugador de alta resistencia en la altura –Argentina deberá enfrentar a Ecuador en la altura de Quito-. Por ahí pasa el asunto más que por sus rendimientos recientes, que no han sido los mejores en el inicio de temporada.

En el partido del domingo ante Tigre sucedió algo extraño y que sólo se había dado por lesiones o necesidad: el Muñeco lo cambió para poner un jugador de las mismas características –Saracchi-. No salió por una molestia, ni por un cambio de sistema para sumar más gente de ataque; salió por que estaba jugando mal, algo que se evidenció con los buenos partidos de Saracchi que llegó para pelearle el puesto.

En lo que va del semestre, Casco jugó 8 partidos y faltó sólo en dos encuentros: primero por resguardo antes de viajar a Bolivia –por el partido de ida contra Jorge Wilstermann por los cuartos de la Copa Libertadores- y luego por un cambio provisorio de Gallardo que jugó sin laterales.

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En la cabeza del Muñeco, el defensor es importante por varias razones: su técnica, el buen pase y su condición física, que le permite llegar al fondo al área rival. Todas esas variantes hacen que aunque no luzca, juegue siempre. Es más, desde su ingreso al plantel para debutar ante Boca de titular casi sin entrenamientos ha jugado mucho y sólo lo sacaron cuando tuvo alguna lesión complicada. Un dato clave: de los 65 partidos en River, apenas tres los sumó desde el banco.

Su regreso a una convocatoria puede ser el golpe de efecto que necesite para regresar al Millo con mayor fortaleza mental. Casco es debutante en la era Sampaoli y su historia en el seleccionado ofrece 10 llamados en la era Martino, donde jugó en dos amistosos ante Bolivia -7 a 0 y 5 a 0-, uno de titular y otro de suplente.