El entrenador de Rosario Central, Eduardo Coudet, tuvo una noche fatídica. Se fue expulsado en el primer tiempo, el complemento lo dirigió desde un palco y al término del partido la policía cordobesa debió interceder para que no agreda a la terna arbitral.
A los 37 minutos del primer tiempo el árbitro Diego Ceballos le anuló un gol a Marco Ruben por considerar que Marcelo Larrondo estaba en posición adelantada. El fallo provocó la furia de Coudet, que insultó repetidas veces al árbitro y se fue expulsado.
Durante el desarrollo del encuentro el Chacho siguió el partido desde un palco mientras que transmitía las indicaciones a sus ayudantes en el campo de juego Ariel Garce y Diego Monarriz.
Una vez terminado el partido, ya decretado el 2-0 de Boca sobre Rosario Central, Coudet volvió al verde césped para increpar nuevamente a Ceballos. La policía cordobesa intercedió y el árbitro logró refugiarse en el vestuario.
"Es duro que se equivoquen así en una final, nos costó mucho llegar hasta acá. Nos sacaron la final, no la perdimos", fueron las primeras palabras del Chacho apenas terminada la escaramuza con Ceballos.
En continuado reclamó al periodismo objetividad a la hora de analizar el partido: "El gol era legítimo, el penal afuera, el otro gol en offside, espero que ustedes lo analicen de esta manera, son cosas reales, no son mentiras".
Para finalizar, el cronista ubicado en el campo de juego consultó, sin mucho tacto, si se iban a quedar a los festejos de Boca, Coudet lo miró y, molesto, respondió: "¿Qué sé yo?".
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