Hernán Díaz se refirió al peor momento que le tocó vivir al Millonario, a su particular rivalidad con Boca y recordó experiencias de su pasado como jugador y director técnico en Núñez
Como cada vez que habla de su extenso y glorioso paso por River, Hernán Díaz dejó mucha tela para cortar. La Hormiga se refirió en la noche del jueves al momento más doloroso que atravesó el club de sus amores, pero también habló sobre su historial personal en el Superclásico y hasta de su cruce con Guillermo Barros Schelotto.
"En 2011, River no solo perdió la categoría, no solo perdió estar en Primera. Perdió todo, perdió estilo. ¿Sabés qué fue lo único que River ganó? Hinchas. Ganó amor por el club. La gente se hizo más hincha", analizó el ex lateral derecho en el living del programa Arroban.
A su vez, el rosarino reconoció que hubiera resignado algún campeonato por festejar más en los clásicos: "Gané más títulos en River que tipos a los que no les puedo atar los cordones. Pero con el corazón digo que hubiera cambiado alguno por ganarle más a Boca. Lo dije hace 10 años, lo digo hoy y lo voy a decir dentro de 50 años".
Hernán Díaz fue un hijo dilecto de Daniel Passarella, quien lo dirigió cuando jugaba y fue presidente durante su segundo ciclo como DT. Sin embargo, la relación con el Kaiser hoy está rota: "Fue el padre futbolístico de muchos de nosotros, yo le voy a estar siempre agradecido. Cuando él llegó yo no jugaba, estuve meses en el banco. Yo sabía que el problema era yo, yo tenía que demostrar y cuando lo hice me puso. Ahora estoy enojado con él porque nos echó a mí y a Leo (Astrada) por teléfono. No le guardo rencor, pero eso es lo único que me molestó. No hacía falta que nos echara así porque lo que sea hacerle mal a River no entra en mi mente. Después de eso no hablé nunca más, quedé dolido".
La historia de sus cruces con Barros Schelotto, y en particular el de la Copa Libertadores 2004, cuando el actual entrenador de Boca lo ninguneó en el campo de juego, también fue una marca significativa en su carrera. Al respecto, Díaz aclaró: "No le guardo rencor ni siquiera a Guillermo. Nos peleábamos, nos insultábamos, pero fuera de la cancha yo era normal, tranquilo. Nos cruzamos una vez en la Selección, también en un Cerro-Lanús cuando dirigíamos. Cero problema, al contrario".
En última instancia, admitió que no se imagina dirigiendo solo y que seguirá haciendo dupla técnica con Astrada."Tenemos una relación muy buena. Por lo general uno discute, pero yo discuto con mi mujer y no discuto con Leo. Jamás tuvimos una discusión, pensamos parecido, tenemos modos de vivir idénticos. A veces le digo que nosotros no sé si servimos mucho para lo que es el ambiente del fútbol: nos encariñamos mucho con los clubes, nos va mal, pero dejamos buenas cosas, ja".