Rodolfo D´Onofrio no habló luego del escandaloso arbitraje del fin de semana pasado y lo primero que hizo el lunes fue ir a Ezeiza para estar con los jugadores y el cuerpo técnico. En ese mismo momento se enteraba de la visita del “Mellizo” Barros Schelotto a la Casa Rosada y recibía un pedido de disculpas de Horacio Elizondo por los errores que casi le hacen perder el partido. Escribió un tuit que trajo cola y, por lo bajo, no pudo dejar de recordar el tema del VAR en el partido ante Lanús. Estaba muy enojado.
La semana siguió con una escalada de violencia y declaraciones que lo asustaron y decidió -el miércoles a la noche, luego de leer algunas declaraciones de Marcelo Tinelli- ser el primero en bajar los decibeles y calmarse. Y pensó en dos gestos que reflejaría en la conferencia: declarar que era “un disparate involucrar a Macri en los arbitrajes” e invitar a Angelici a que vean juntos el partido, como se había hablado antes del episodio del gas pimienta.
Por eso, este mediodía antes de las preguntas, avisó: “Es el momento para hablar y antes de las preguntas quiero decir los más importante: hay un absurdo, un disparate, que es implicar al Presidente de la Nación como si tuviera algo que ver con el fútbol y los arbitrajes. Es hincha de Boca y tiene pasión como todos. Pero no tiene nada que ver y hay que terminar con ese disparate. Necesitamos los argentinos estar más unidos que nunca y para eso el fútbol puede ayudar. El Presidente tiene muchas cosas que atender como para preocuparse por este partido”.
El monólogo tenía una lectura clara: River se va a enfrentar a Boca en un partido de fútbol, no a Macri y al Gobierno. Dentro del club, donde conviven muchos funcionarios del Gobierno nacional y de la Ciudad, había preocupación con que la escalada de violencia acabe afectando la vida interna política del club.
Diego Santilli, reconocido hombre de la política de River, fue uno de los que primero habló del disparate de unir a Macri con los arbitrajes. No es causal que por la tarde el vicejefe de gobierno porteño vaya a estar presente en el club para el cierre de un acto de colonia del club, que incluye cuestiones de los juegos de la juventud. El acto estaba programado, pero en este contexto toma más relevancia.
Hace tiempo que, por cuestiones varias, River quedó muy enfrentado con el Gobierno. Con este gesto River, y en especial D`Onofrio, intentan que la escalada no continúe y bajar un cambio como se repetía en los pasillos del Monumental.
Por un lado, se bajó el volumen a un tema que la gente hizo canto popular el domingo -al insultar a Macri desde todos los sectores del Monumental- y, por otro, se apunta a recomponer un poco las cosas en la AFA, en especial con Daniel Angelici. La relación de ambos -que era muy buena y se puso fea luego del gas pimienta- y de la situación de la AFA ahora tiene puentes de contacto. Por eso D`Onofrio, al finalizar la conferencia, se dio cuenta de que no había dicho algo: sus ganas de sentarse a ver el partido de la final de la Supercopa con su par de Boca.
¿Qué había dicho antes? “En relación al partido de la Supercopa, debemos decir que hace rato pedimos una reunión para charlar todos y tratar que todo sea una fiesta. No queremos una guerra, hemos conversado el lunes con los organizadores para que haya un partido previo entre los senior de Boca y River, el lunes antes del partido, y el martes una cena conjunta de todos los jugadores senior y los dirigentes, con participación de la AFA. Es trascendente la Copa porque están Boca y River y hay que disfrutarlos; es un juego y nada más, donde uno va a ganar y festejará y el otro estará triste, pero eso no significa que se acaba el mundo”.
D`Onofrio sabe que el partido será transmitido a todo el mundo y que debe ser una fiesta porque, de lo contrario, su figura también iba a ser salpicada como instigador de la bronca.
Por eso hasta explicó el tuit del domingo. “Lo voy a poner en contexto. El domingo, como todos, me fui muy enojado por el arbitraje y el lunes fui a Ezeiza porque creí que debía estar. Hablé con los jugadores y con el cuerpo técnico y luego vi de lejos la charla de Marcelo con los jugadores. Estaba sentado solo en el salón y me salió poner que había que estar más unidos que nunca porque fue lo que percibí de todos, y puse que no nos iban a quebrar porque la sensación de los jugadores y de todos es que ante lo que había pasado, iban a salir más fuertes a ganar todo lo que tenían por delante”, relató, todo en el mismo tono.
Se viene otra era en la relaciones política de River, y la foto de Angelici con D`Onofrio -que sería parte de la promoción del partido- no tardará mucho en darse. Pocas veces un partido de fútbol tocó tantos resortes de la política como este del 14 de marzo.