El Boca del Vasco arrasa, juega bien y es ambicioso

Y de la mano de este presente que ilusiona, el Xeneize se prepara para afrontar los tres desafíos Superclásicos que se avecinan y en los que se pondrá en juego gran parte del futuro del ciclo. Desde el rubro táctico el andar de Boca se fundamenta en la propuesta que se baja desde el cuerpo técnico. Con la premisa de controlar el ítem de la posesión, con la mirada siempre puesta en el arco rival y ejerciendo una presión agresiva a la hora de la recuperación, estos equipos que el "Vasco" mandó a escena al compás del juego de la rotación, marcan una notable supremacía sobre sus rivales.

• El peso de los nombres

Dos jugadores de jerarquía por puesto, rendimientos superlativos y un recambio que potencia en lugar de resentir. El que entra responde, los que juegan hacen méritos para estar en el partido siguiente y esto es, sin dudas, es la clave central de este éxito.

Y a la hora de detenerse en los aportes individuales hay muchos actores para resaltar. Por ejemplo en el arco la expulsión de Agustín Orión le abrió el camino a Guillermo Sara y el ex Rafaela llegó, soberbias actuaciones mediante, a poner en duda la condición de titular del "1". En defensa, cada día sorprende más la solvencia con la que se mueve Marco Torsiglieri quien con su presencia hasta potenció las virtudes de Daniel Díaz.

En el mediocampo está lo mejor del repertorio azul y oro. Mientras se espera que Fernando Gago retome la posta, con Nicolás Lodeiro, Pablo Pérez y César Meli, se combina jerarquía, manejo, conducción y despliegue. Arriba, más allá del talento cinco estrellas de Daniel Osvaldo y el aporte goleador de Jonathan Calleri, los extremos ganaron en importancia como Cristian Pavón, figura el domingo en Lanús, o Federico Carrizo que retomó su mejor versión.