Los dos necesitaban ganar para afianzar sus objetivos a corto plazo, pero ni uno, ni otro hicieron lo necesario para torcer la historia de un final con 0 a 0.
Argentinos fue algo más en el balance final, por búsqueda permanente, que no siempre se vio reflejada en situaciones claras de gol y quedó menos satisfecho con el empate, pues sigue sin ganar y apenas va zafando del descenso por un puntito.
Huracán dejó la sensación de conformarse con la igualdad, pues le faltó frescura en ofensiva para sacar provecho de las contras que dispuso y lo terminó aguantando en el fondo.
En el arranque del juego, pudo más la urgencia del Bicho por escapar del fondo de los promedios, que la pretensión del Globo por saltar a la punta de la zona 2.
Fue el local, el que propuso presión, para tener la pelota, desde la siempre buena ubicación del Lobo Ledesma, la movilidad de Luciano Cabral y con Rinaldi y Zelaya preocupando arriba. De todas maneras, la imprecisión le impidió llegar con claridad al arco de Marcos Díaz. Por su parte, al visitante no le quedó cómodo ese trámite de lucha y falta de espacios, aunque dispuso de algunas contras mal definidas.
De esa manera, en el primer tiempo, las emociones frente a los arcos fueron realmente escasas. La más clara fue para el Rojo, cuando Lautaro Rinaldi no pudo conectar un buen centro del Cachi Zelaya. Y lo del Quemero resultó pobre en ataque, con apenas algún remate desde afuera de Rolfi Montenegro y poco más.
Ya en la segunda etapa, los de La Paternal siguieron yendo para adelante, pero entre la férrea marca del adversario que siempre se cerró bien atrás, más su falta de ideas y el apuro lógico de un equipo en mala racha, no pudo gritar un gol ante su gente.
En tanto, el elenco de Parque Patricios cambió sus volantes ofensivos por las bandas, pero a excepción de la claridad conceptual de Montenegro, no encontró los intérpretes para alimentar a Wanchope Abila, que se las arregló para meter un cabezazo que el pibe Lanzillotta pudo manotear al corner, en la chance más nítida de los dirigidos por Eduardo Domínguez.
A pesar de seguir corriendo, metiendo y luchando en cada pedacito de la cancha, Argentinos apenas se esperanzó con un par de remates desviados del uruguayo Carlos Bueno y un remate pifiado de Lautaro Rinaldi que dio en la parte de afuera del palo. Y del otro lado, Huracán pudo hallar algún resquicio para lastimar, pero equivocó en el último pase y entonces no pudo hilvanar su sexta victoria consecutiva.
Punto para el Globo que no sirvió para la punta y punto para el Bicho que apenas lo rescató de no compartir el último lugar en los promedios con Sarmiento de Junín.