De los 20 mil habitantes que tiene Tostado, en la provincia de Santa Fe, 1208 son socios de San Lorenzo de Tostado. Una decena de ellos son familiares directos de Lucas Alario, el delantero de River cuyo pase al Bayer Leverkusen alemán es prácticamente un hecho. Allí creció y se formó como jugador el Pipa que ahora se irá a Europa no sin antes dejar en su pueblo y en su club un regalo millonario.
Así como el club dio un salto de calidad en sus instalaciones cuando fue vendido a Colón, ahora se viene un revuelo porque apenas se deposite la cláusula de salida deben depositarles 20 millones de pesos. “No sé bien que vamos a hacer con esa plata”, dice desde la sorpresa el presidente del club, Luis Acosta, que ya conoce esto de los micrófonos porque cuando apareció la oferta de los chinos el año pasado tuvo que salir a avisar que no se olviden de ellos.
Tostado queda a 330 km de Santa Fe y el club es el más importante de una ciudad donde Alario es el ciudadano más ilustre de su historia. De este modo, el club que alquila su salón para casamientos y fiestas de 15, que hace rifas y kermeses para seguir subsistiendo, que hace malabares para mantener el césped de su cancha, que cobra la cuota 80 pesos y que juega en la Liga Regional de Ceresina: ahora darán un salto impensado en su historia.
Justo cuando se prepara la fiesta del centenario del club que se festejará el 6 de mayo de 2018, Alario deja por adelantado un regalo de casi 20 millones de pesos. Sus padres, Abel y Mónica, que viven frente a la sede del club, seguramente serán declarados casi como socios fundadores porque le dieron al hijo prodigo al club que ahora vuelve a nacer.