De entrada nomás Rigoni apareció muy libre para sacar un zurdazo que Danilo mandó al corner; después, hubo un par de intento de Vera y un toqueteo que no prosperó, en parte porque el Cebolla y Rigoni estaban muy imprecisos y a Meza le faltaba profundidad. El local, recién al final de la etapa se acercó con un cabezazo de Canela que controló Campaña y un tiro libre de Dener que se fue muy cerca.
La segunda parte ganó un poco en interés. Porque Chapecoense se adelantó con más gente y se dieron algunos pasajes de ida y vuelta con llegadas de riesgo que ninguno pudo aprovechar. Ortiz estrelló un zapatazo en el travesaño, Kempes la tiró desviada en un mano a mano, Rigoni escapó solo y definió mal, Felipe pegó en el travesaño, Santana pegó un tiro libre en el palo y, sobre el final, una buena jugada de Benítez le sirvió a Sánchez Miño la posibilidad del gol del triunfo pero su zurdazo se fue apenas desviado junto al palo.
Después llegó el turno de la definición desde los doce pasos en la que, fieles a la ausencia de gol en los choques de ida y vuelta, se erraron los tres primeros remates. Independiente se puso arriba con el tiro de Vera y, en un momento, Independiente quedó match point: si Sánchez Miño metía, pasaba el equipo de Milito. Pero volvió a lucirse Danilo que completó su faena atajando el tiro de Tagliafico. El esfuerzo de Campaña, atajando dos, más el otro tiro que se fue desviado, no alcanzó.
Milito contó en Brasil: "No ensayamos penales". Y se notó. Independiente dejó por la ventaja la Copa Sudamericana y sus ilusiones de cambiar, de una vez por todas, los gestos de su rostro signados por el fracaso.
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